Más de la mitad, tanto como el 56% de las microempresas de la República Dominicana que operan desde un local o inmueble fijo, pertenecen a mujeres, según las cifras más actualizadas que maneja la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Sin embargo, en el caso de las “microunidades móviles”, el 78% es propiedad de hombres, proporción que sube a 90% en las del sector agropecuario y hasta al 100% en las de minería y pesca.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR 2013), la gran cantidad de microempresarias con local fijo puede explicarse porque estas son en su mayoría propietarias de negocios dedicados a la peluquería o tratamientos de belleza.
Estas actividades “constituyen el segundo lugar de frecuencia entre las microempresas con local fijo y que además son labores tradicionalmente identificadas” con el rol femenino.
Limitaciones de empleo e ingresos
En el caso del empleo, la ONE destaca que aunque la diferencia de participación de ambos sexos no es significativa, los datos sugieren limitaciones al acceso al empleo para las mujeres.
En efecto, el 52.8% de los empleados en microempresas con local fijo son hombres, mientras que las mujeres representan el 47.2% de esta población.
Al analizar la relación entre ingreso y nivel educativo, se puede observar que aunque las mujeres microempresarias presentan mayor porcentaje de alfabetización, 2.9% por encima de los hombres, los ingresos por ventas de las micro empresas propiedad de hombres son en promedio 2.1 veces más que los que reciben las mujeres.
Específicamente para los niveles educativos más altos, la proporción de microempresarias con nivel educativo universitario y postgrado es 11.1% mayor que la de los hombres. Sin embargo, estos últimos ganan en promedio por ventas mensuales 3.67 veces más que las mujeres propietarias de microempresas (RD$97,615.65 frente a RD$26,608.42).
La ONE explica que en el caso de las mujeres empresarias “no aplica la creencia de que su grado educativo constituya un factor determinante para el crecimiento de su empresa; tradicionalmente se espera que en la medida en que las propietarias tienen más años de escolaridad incrementen sus capacidades e ingresos, y por ende que sus empresas obtengan mayores posibilidades de permanencia” en el mercado.
Asimismo, establece que al margen del nivel educativo, el ingreso por ventas tiene una relación con el sexo del propietario de la microempresa, por lo que los pequeños comercios liderados por mujeres presentan menores niveles de ventas que aquellas dirigidas por hombres.
“Es así que mientras el 46% de los microempresarios posee ingresos por ventas superiores a los RD$14,000 mensuales, el 60% de las microempresarias obtienen ingresos mensuales que no pasan de RD$7,000” cada 30 días.