SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A pocos días de que se reinicie la cuarta y última fase de debates para la demorada firma del Pacto Eléctrico, según se ha programado, salen a flote opiniones críticas de sectores y técnicos que han venido participando del proceso, pero se manifiestan escépticos sobre sus eventuales resultados.
“Somos muy escépticos”, responde Ernesto Selman, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), al referirse a sus expectativas sobre la iniciativa, que debió haberse suscrito a más tardar el 19 de julio pasado como lo estipula el decreto presidencial 389-14 emitido seis meses antes, en enero.
Selman es una de 55 personalidades que fueron invitadas por el Poder Ejecutivo -en su calidad de expertos- para el “acompañamiento técnico, en las fases de consulta y discusión”, del Pacto Nacional para la Reforma del Sector Eléctrico, proceso del que optó por retirarse recientemente.
“Será un documento que se dejará ahí, para consulta; yo entiendo que ahí no van a haber unos resultados, y que las reformas se van a presentar cuando sean requeridas”, dijo a Acento el directivo del CREES.
Pero ¿por qué no se han podido consensuar los acuerdos y soluciones que tanto necesita el sector eléctrico? Selman lo atribuye a “intereses económicos y políticos, principalmente desde las decisiones de políticas públicas”, y también a la “poca transparencia” gubernamental.
Sostiene que la resistencia y el retraso en la entrega al Consejo Económico y Social (CES) de los estados financieros de las distribuidoras, que fueron requeridos a instancias del empresariado y de las organizaciones sociales, “quiere decir que no hay ningún tipo de transparencia”.
“¿Cómo se puede confiar en un acuerdo, en un pacto, cuando ni siquiera se pueden saber los datos” oficiales?, se pregunta el consultor y reputado economista.
Intereses particulares
Unas expectativas menos optimistas que en un principio manifiesta también el presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH), Antonio Taveras Guzmán, quien además es miembro del Consejo Directivo del CES.
“Fuimos al Pacto Eléctrico con muchas ilusiones, pero yo no estoy tan ilusionado en este momento; nuestra Asociación no está tan ilusionada en el sentido de que lo que salga de ahí va a resolver todos los problemas, como se pensaba” en un principio.
Considera que podrá arribarse a acuerdos en algunos puntos, como la necesidad que hay de diversificar la matriz de producción energética a base de combustibles como el gas natural.
“Todo el mundo está de acuerdo con la matriz que se debe operar, a parte de las plantas a carbón, claro, aunque desgraciadamente se ha estado hablando de quitarle incentivos a las energías alternativas” o renovables, comenta Taveras.
Señala que la promoción de las fuentes de energía limpias era uno de los objetivos centrales del Pacto, “pero hay sectores que están tratando de echar esto para atrás, y básicamente por intereses muy particulares de algunas empresas”.
Algo que también contribuyó a retrasar el avance del Pacto Eléctrico es la inusitada cantidad de propuestas que formularon los sectores, especialistas, entidades y comunidades que fueron consultados, y en muchos casos incorporados al proceso.
“Se hicieron como ocho mil propuestas, que había que conciliarlas, pero básicamente son las contradicciones internas, el no ponernos de acuerdo. Hay mucha gente pensando en sus intereses” expresó el empresario.
De acuerdo con Milton Morrison, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), otro factor que ha demorado la suscripción del Pacto fue el retraso que hubo para la emisión del decreto 389-14.
“Primero el retraso que hubo entre la emisión del decreto, el anuncio para el inicio y la fecha en que realmente se iniciaron las discusiones; además de la cantidad de propuestas, que sobrepasó la capacidad de discusión de las seis mesas (temáticas), así como el tiempo destinado para las mismas”, sostuvo.