Santo Domingo, República Dominicana.- Este mineral inorgánico es uno de los grandes responsables de la revolución verde y del aumento de la producción de las granjas alrededor del mundo. Pero como los combustibles fósiles, puede llegar a un punto en el que su costo sea muy alto, y la consecuencia podría ser más hambre en el mundo. Además el sólido es ampliamente utilizado pero totalmente no reciclable.
Aunque este inorgánico es muy productivo para la agricultura, puede ser pernicioso para la vida acuática. En el agua actúa muchas veces causando eutrofización*.
Las grandes reservas de roca de fosfato pueden encontrarse en la parte occidental del Desierto de Sahara, al sur de Marruecos. Se producen en las minas de Bou Craa varios millones de toneladas al año.
Los granjeros alrededor del mundo utilizan alrededor de 170 millones de toneladas de fosfato cada año para mantener los suelos fértiles. Una tonelada del mineral es utilizado por cada 130 toneladas de granos. Quince por ciento de todo el fosfato es importado a países desde Marruecos. Los grandes productores son ellos, Estados Unidos y China, los dos últimos utilizan sus propias minas.
Países como Brasil, por ejemplo, dependen totalmente del fosfato que importa Marruecos. De no ser por ellos los brasileños tuviesen una hambruna generalizada.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, el mundo tiene 65 mil millones de toneladas de fosfato en reservas. Casi el 80 por ciento son encontradas en el occidente del Sahara y Marruecos. Los Estados Unidos tienen solo 1.4 mil millones de toneladas y podría acabárseles pronto.
La investigadora Dana Cordell, Iniciativa Mundial de Investigación de Fosfato, predice que los estadounidenses podrían alcanzar el pico de producción en el 2030.
No existen substitutos de fosfato. Otros nutrientes vitales para las plantas como el nitrógeno pueden encontrarse en distintas fuentes. Gracias al químico alemán Fritz Haber, el nitrógeno puede extraerse de la atmósfera. Pero el fosfato no puede extraerse de ningún otro lugar. Debe ser minado y las minas se acabarán. A no ser que se encuentre una solución a largo plazo, las consecuencias podrían ser: menor producción y rendimiento de las cosechas y un mundo más hambriento.