Washington, EEUU, (EFE).- La Agencia de Protección Medioambiental (EPA, en inglés) ha decidido prescindir de entre cinco y nueve científicos de su junta de asesores y estudia la posibilidad de reemplazarlos con representantes de industrias vinculadas a los combustibles fósiles, como el petróleo o el carbón.
La medida, confirmada por un portavoz de EPA por Efe, es un paso más en los intentos del Gobierno de Donald Trump de cambiar la forma de trabajar de la agencia, encargada de velar por el respeto al medioambiente, para que encaje con su idea de que la creación de empleos en industrias como la del carbón debe primar sobre la lucha contra el cambio climático.
La agencia informó a varios integrantes de su Junta de Asesores Científicos, formada por 18 expertos que analizan las investigaciones de EPA para determinar si tienen el suficiente rigor, de que su designación por tres años habían terminado y no serían renovados para un nuevo periodo, como suele ocurrir.
El portavoz de la EPA, J.P. Freire, no quiso confirmar hoy a Efe de cuántos científicos se ha prescindido, una cifra que según el diario The New York Times asciende a cinco y que el Washington Post eleva a nueve, la mitad de los integrantes de la junta.
Según Freire, la agencia no quiere dar por buenos automáticamente a los científicos designados para la junta por el Gobierno de Barack Obama y prefiere "asegurarse de que considera de forma justa" a los "cientos de nominados que ha recibido EPA" para integrar ese órgano consultivo.
"Queremos centrarnos en un proceso abierto y competitivo para que aquellos que se sienten en la junta sean los mejor cualificados", indicó a Efe el portavoz.
Freire confirmaba así que el administrador de EPA, Scott Pruitt, considerará la posibilidad de aceptar para la junta a científicos vinculados a las industrias cuya contaminación debe regular supuestamente la agencia, algo que ha alarmado a organizaciones científicas y de protección del medioambiente.
"Esto forma parte de un plan polifacético para que la ciencia no se entrometa en los esfuerzos (de Trump) de eliminar las regulaciones" en la industria de los combustibles fósiles, dijo el presidente de la Unión de Científicos Preocupados, Ken Kimmell, al New York Times.
Varios de los científicos afectados por el cambio aseguraron que habían recibido garantías de que su nombramiento se renovaría para un segundo mandato de otros tres años, y se mostraron preocupados por la posibilidad de que el perfil académico e independiente de la junta se difumine con la entrada de representantes de empresas.
"Hoy me han 'trumpeado'. He tenido el placer de servir en la Junta de Asesores Científicos de la EPA, y mi nombramiento fue cancelado hoy", escribió este viernes Robert Richardson, un economista medioambiental en la Universidad Estatal de Michigan, en su cuenta oficial de Twitter.
La noticia también generó una reacción de la oposición demócrata mediante el presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez, quien acusó a Trump de mantener una política medioambiental "de una estupidez agresiva".
"Los científicos despedidos no han trabajado en nada político, más allá de asegurarse que es seguro beber nuestra agua y respirar nuestro aire", denunció en un comunicado Pérez. EFE