Desde el 19 de enero del 2015, Acento comenzó a denunciar la apropiación irresponsable de las tierras de la Estación Experimental Arrocera, de Juma Bonao. Frente a la Autopista Duarte, donde es muy visible el verde de los campos arroceros que alimentaron durante años a millones de personas del país, poco a poco, oportunistas han ocupado las tierras y dedicado a actividades no agrícolas. Las tierras fueron repartidas como parte de la Reforma Agraria por el Instituto Agrario Dominicano. Luego de repartidas a supuestos campesinos, ilegalmente los parceleros asentados las vendieron, y en vez de ser tierras productivas están sembradas de cemento, como denunciara el ex ministro de Medio Ambiente Frank Moya Pons.
Acento recorrió esta semana la Autopista Duarte, en la parte de la estación arrocera, y el lente de Carmen Suárez pudo registrar el desastre que se ha producido y que sigue ocurriendo, frente a los ojos de las autoridades del IAD y del Ministerio de Medio Ambiente.
He aquí unas cuantas de las imágenes que describen el drama criminal de convertir tierras arroceras, altamente productivas, en cementerios de chatarras. Lea los editoriales publicados por este diario y la respuesta que enviara el 30 de enero del 2015 el entonces director del Instituto Agrario Dominicano, y luego vea la galería de fotografías de Carmen Suárez.
¿Se roban la Estación Arrocera Experimental de Juma, en Bonao?
Editorial del 19 de enero 2015
¿Qué está pasando con la estación experimental arrocera, de Juma, en Bonao, que durante muchos años estuvo en manos de la misión de cooperación de Taiwán con la República Dominicana?
La pregunta podría parecer ociosa, pero no lo es. Cuando se hace la ruta por la Autopista Duarte, pasando por Bonao, es notorio que las tierras de cultivo de arroz experimental están siendo depredadas, a la vista de todo el mundo.
Cuando se hace ese trayecto, frente a la loma La Peguera, de Bonao, por la entrada de Falconbridge, es notable que la vieja y productiva finca experimental se la están llevando a pedazos, la están mutilando, y precisamente es una forma de terminar con un proyecto ambicioso, productivo, exitoso, que ayudó y sigue ayudando a la alimentación del pueblo dominicano.
Las variedades de arroz que se cultivan en el país, las más exitosas, vienen de los experimentos de los técnicos taiwaneses, en especial el doctor Sie, quienes en algún momento deberán ser reconocidos por sus extraordinarios aportes al pueblo dominicano.
Y la finca experimental que permitió desarrollar muchas variedades de arroz está siendo mutilada, cada día que pasa es menor la proporción de terreno dedicada al arroz, y cada día es mayor el número de estaciones de gas, ornamentos de barro, estacionamiento de camiones y otros menesteres que se sirven en las tierras que antes eran cultivos de arroz.
El problema es que pese al despojo, aún se sigue cultivando arroz. La cosecha del arroz, si fuera solo producido para el consumo, o para la investigación, se hace más pequeña y se le dificulta a los productores la recolección del producto.
Pase por Bonao y lo verá. Es un despojo que da vergüenza. Tierras productivas, agrícolas, con abundante agua, que son sacadas de las fincas arroceros para vender chucherías artesanales o para estacionar camiones. En ambos lados de la Autopista Duarte.
¿Cómo logran los “nuevos propietarios” que esas tierras sean entregadas a otros usos que no es el arroz? No lo sabemos. ¿Cómo logran mostrar títulos de propiedad sobre unos terrenos que son del Estado, y que estaban en manos de la Estación Experimental Arrocera? No lo sabemos. ¿Cuál departamento del Estado es que legaliza esa barbaridad? Tal vez debía ser el Instituto Agrario Dominicano, pero tampoco lo sabemos, porque esa entidad ha dedicado sus recursos a otras tareas que no son precisamente las que le dieron origen.
Por tanto, es una tarea del Ministerio de Medio Ambiente, porque la depredación que está ocurriendo es una vergüenza, en especial ante los ojos de miles de ciudadanos que cruzan por allí cada semana. Y también debe ser una tarea del Ministerio Público, responsable de investigar y sancionar los actos de corrupción.
Podríamos estar precisamente ante un gran acto de corrupción. Los propietarios de nuevo cuño, que son los que se dicen ser dueños de esos terrenos arroceros, deberán demostrar que sus títulos son originales, y deberán decir quién les vendió las tierras para sacarlas de una finca arrocera experimental y dedicarlas a un estacionamiento de camiones.
Alguien del gobierno debe dar una explicación de este caso.
Frank Moya Pons, la educación ambiental y el robo de las tierras productivas de Bonao
Pero hay un tema abordado por el doctor Moya Pons que nos toca destacar: El cierre de producción en tierras agrícolas altamente productivas para dedicarlas a talleres de mecánica, centros artesanales o granceras. Es lo que está ocurriendo en la Autopista Duarte, en las cercanías de Bonao, con las tierras de la Estación Experimental Arrocera de Juma, ahora dedicadas a otras labores diferentes de la producción agrícola.
Es lo que Moya Pons ha denominado el cementado de las tierras productivas. El Instituto Agrario Dominicano las repartió entre parceleros de la reforma agraria, estos a su vez no cultivaron nada, dejaron pasar el tiempo y luego las vendieron. Ahora son tierras que se roban el espacio de la producción para convertirse en talleres. Ese es un robo a la reforma agraria, una traición al país y un atentado contra el derecho a la alimentación de toda la sociedad dominicana.
Otra vez la Estación Experimental Arrocera de Juma, en Bonao
Editorial 30 de enero 2015
El 19 de enero pasado, este diario publicó una nota editorial titulada ¿Se roban la Estación Arrocera Experimental de Juma, en Bonao?, en el que planteaba la preocupación sobre las expropiaciones de terrenos estatales, que eran del Instituto Agrario Dominicano, y formaban parte de la Estación Experimental Arrocera, de Juma, en Bonao.
El director ejecutivo del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF), remitíó una aclaración con fecha 20 de enero, pero que recibimos el 28 de enero, en la que formula algunas aclaraciones sobre lo que ha ocurrido con las tierras arroceras de Bonao.
La carta dice lo siguiente:
20 de enero de 2014
DE/0027R/15
Señor
Fausto Rosario Adames
Director de Acento.com.do
Santo Domingo, República Dominicana
Distinguido señor Adames:
Ante todo permítanos saludarle por este medio y a la vez pasar hacer algunas precisiones sobre el artículo ¿Se roban la Estación Arrocera Experimental de Juma en Bonao?, publicado el 19 de enero del 2015, en su sección Editorial de su leído periódico digital Acento.com.do.
Por medio de la presente queremos precisar que los terrenos arroceros que bordean la Autopista Duarte, a la altura de la entrada a la Falconbridge Dominicana y los que se refiere su Editorial, son parcelas de productores de arroz de la Reforma Agraria, las cuales fueron entregadas por el Instituto Agrario Dominicano (IAD), dentro del asentamiento AC-01, por lo tanto no pertenecen a la Estación Experimental Arrocera de Juma.
Los terrenos de la Estación Experimental Arrocera de Juma, pertenecientes a este Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF), están localizados a 1.5 kilómetros al sur de la entrada a la Falconbrige Dominicana y no han sido tocados ni mutilados para uso urbano.
Es oportuno resaltar que en nuestra Estación Experimental Arrocera de Juma se mantiene un programa continuo de desarrollo de nuevas variedades de arroz a través del mejoramiento genético del cultivo que contribuye con garantizar semillas de calidad a los productores dominicanos. Nuestros investigadores han desarrollado muchas de las variedades que utilizan los productores de arroz en sus siembras como semilla. Una de estas variedades es ¨Juma 67¨, de la cual se siembra más del 60% del área arrocera dominicana.
Agradeciendo de antemano su colaboración con la aclaración del asunto antes expuesto, le saluda.
Cordialmente,
Rafael Pérez Duverge
Director Ejecutivo
Más preguntas y las nuevas dudas
Agradecemos la carta del director ejecutivo del IDIAF, pero reiteramos algunas de las preguntas que formulamos en la nota editorial y ahora planteamos otras interrogantes:
Si ahora son parcelas de parcelemos de la Reforma Agracia, cuándo se hizo esa repartición de parcelas? Por qué si son parcelemos de la Reforma Agraria, los que tienen la propiedad de esos terrenos, entregados por el IAD, ahora hay empresas de expendio de artesanías, estacionamientos de camiones de carga, empresas envasadoras de gas y terrenos que están en proceso de secado (eran de cultivo de arroz), para otros usos que no son los que presumiblemente los que asignó el Estado al hacer asentamientos agrícolas?
Igualmente nos preguntamos qué ocurrió, administrativamente, con esas tierras que eran de cultivo de arroz y ahora son para negocios al borde de la Autopista Duarte? Cuáles son los nombres de esos parceleros?
Sigue oscuro el procedimiento administrativo utilizado para la repartición de esas tierras, y no tiene sentido la explicación de que ahora son parcelemos arroceros privados los propietarios, porque si las tierras fueron repartidas por el IAD fue para producción agrícola y no para los negocios que se instalan.
Hace falta que se explique mejor lo que ha ocurrido allí, y por tanto reiteramos los términos fundamentales, principales, del editorial del 19 de enero de este año, que puede ser visto en el siguiente enlace: