Santo Domingo, 12 may (EFE).- República Dominicana enfrenta una de las peores sequías de los últimos 20 años, debido a la falta de lluvia que viene arrastrando desde 2014 y hoy los embalses de reserva de agua registran una situación aún más critica.
El ingeniero y experto en recursos hídricos del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (ITEC) Martin Meléndez, aseguró a Efe que el país no vivía una situación semejante desde 1997 y que, como entonces, la carencia de lluvias se debe al fenómeno denominado "El Niño".
En el norte del país la situación es "muy crítica", hasta el punto de que, si no llueve en el próximo mes, "no va a haber agua para abastecer al Cibao", aseguró Meléndez, basándose en un informe de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORASAAN) que revela los bajísimos niveles que presenta el embalse de Taveras.
A día de hoy, el agua de los embalses alcanza los 314 metros, cuando "el mínimo permisible es de 320″ y, teniendo en cuenta que desciende a razón de diez centímetros diarios, si eso sigue así, en unos 30 días estará seco, explicó.
El embalse de Jarabacoa (centro del país) presenta una estampa similar, "se ve el fondo", apuntó el ingeniero, quien afirmó que debería pasar un mes entero lloviendo para salir de esta crisis hídrica.
La sequía en el país es evidente a simple vista, especialmente en el norte del país donde la vegetación va perdiendo su habitual verde intenso y donde los numerosos incendios forestales, muchos de ellos presuntamente provocados, se propagan.
En la capital y el norte del país ya hay restricciones y es habitual ver carteles de aviso de cortes de agua en los barrios así como camiones cisterna de agua.
Históricamente mayo es un mes lluvioso en el país, pero las precipitaciones aún no han llegado, pese a que las predicciones anunciaban lluvia a partir de mitad de año y, llegados a este punto, el Estado "debe declarar la emergencia" para evitar un consumo rápido e irresponsable de los recursos, opinó.
"No podemos esperar" para tomar medidas como "prohibir el lavado de carros, o restringir el consumo" en viviendas, dijo Meléndez, que puso el ejemplo del estado norteamericano de California, donde una reciente normativa prevé multas de 500 dólares a aquellos que no reduzcan su consumo de agua en un 25 por ciento.
En la capital dominicana la situación no es tan "dramática", aunque el subdirector de Operaciones de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Luis Salcedo, la calificó de "sequía extrema", comparándola con la vivida en 1997 y, en menor medida, a la registrada en 2007.
Según explicó a Efe, en las presas de Valdesia y de Higüey tienen almacenados 70 millones de metros cúbicos de agua que, sumados a los recursos de los seis acueductos que abastecen al Gran Santo Domingo, garantizan el suministro hasta que lleguen las lluvias que, según Salcedo, son inminentes.
Aún así, la institución ha reducido en un 25 por ciento su producción diaria de agua, unos 100 millones de galones de agua menos cada día, disminución que se deja notar en un menor caudal de agua potable en los puntos topográficamente más altos del Gran Santo Domingo.
Para mitigar las consecuencias de esta merma, la entidad ha dispuesto una flotilla de camiones cisterna que están distribuyendo unos 900,000 galones del líquido elemento en los sectores más vulnerables.
El CAASD se mantiene "en contacto permanente con la población para que haga un uso responsable del agua" y trabaja en solucionar las averías en la red de distribución para evitar el desperdicio de agua a causa de roturas, apuntó Salcedo.
Las predicciones de la Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET) anuncian que la presencia de una vaguada en los niveles medios de la atmósfera incidirá sobre el país, pero no encontrará humedad suficiente para producir lluvias generalizadas.
Tal y como ocurrió ayer, solo provocará chubascos locales en algunas localidades de la región noreste, sureste y la cordillera Central, y en el resto del área seguirán predominando condiciones secas y ventosas. EFE