Santo Domingo, 28 sep (EFE).- Más de 8.000 personas permanecen desplazadas en la República Dominicana y 17 comunidades incomunicadas al cumplirse una semana del paso del huracán María, dejando daños en infraestructuras por valor de unos 3.000 millones de pesos (63 millones de dólares), según estimaciones oficiales.

El ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, facilitó hoy esa cifra y explicó que el país ha tenido un año de grandes pérdidas, ya que a los ciclones Irma y María, que afectaron al país con dos semanas de diferencia, hay que sumar las lluvias sufridas en octubre y noviembre de 2016, que obligaron a declarar 15 provincias en estado de emergencia debido a los cuantiosos daños ocasionados.

"Hemos tenido un año con situaciones adversas; a principios de 2017 las lluvias en la región norte, así como en abril y marzo, y los huracanes Irma y María, pero estamos avanzando y trabajando en todo el país", sostuvo Castillo en un comunicado.

En cuanto a la agricultura, aún no existe un balance oficial para el conjunto del sector, pero la Asociación Dominicana de Productores de Bananos (Adobanano) calcula, basándose en una primera evaluación de los daños en la línea noroeste, que las pérdidas ascienden a unos 1.000 millones de pesos (21 millones de dólares), aproximadamente.

Según el más reciente boletín del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), el número de viviendas anegadas se ha reducido de 8.857 a 6.059, mientras que aún hay 861 casas dañadas, otras 188 destruidas y, de los 8.020 desplazados, 7.746 permanecen alojados con familiares o amigos y 274 están en albergues.

Las inundaciones afectan a millares de tareas de ese producto que, junto al arroz, constituye uno de los principales cultivos de la zona, que ya se vieron afectados por las lluvias que se han venido registrando desde 2016.

Según datos de Oxfam, se estiman pérdidas cercanas al 90 % y 100 % en los cultivos de arroz y banano en las provincias más afectadas, "lo cual deja sin medios de vida a quienes se dedican a la agricultura en pequeña escala y pone en riesgo su seguridad alimentaria".

Las inundaciones, causadas principalmente por el desbordamiento de ríos, mantienen incomunicadas a 17 comunidades de las provincias de San Pedro de Macorís (noreste), El Seibo y Montecristi (noroeste).

Según el más reciente boletín del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), el número de viviendas anegadas se ha reducido de 8.857 a 6.059, mientras que aún hay 861 casas dañadas, otras 188 destruidas y, de los 8.020 desplazados, 7.746 permanecen alojados con familiares o amigos y 274 están en albergues.

Además, hay 14 puentes y 5 carreteras dañados, así como 26 acueductos afectados, de los que 18 están totalmente fuera de servicio y 8 funcionan parcialmente, de manera que 232,830 usuarios siguen sin suministro de agua.

La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) señala en su último boletín que se observa muy poca nubosidad sobre el país y, por lo tanto, pocas precipitaciones, un patrón que permanecerá, según las previsiones, durante las horas vespertinas en la mayoría de las provincias del territorio dominicano.

Ante la reducción de las precipitaciones el COE ya solo mantiene en alerta verde la provincia de Montecristi, en especial los municipios de Castañuela y Guayubin, y así como las comunidades del bajo Yuna en la provincia Duarte, ya que siguen desbordados los ríos Yuna y Yaque del Norte, dos de los principales del país.

El huracán María causó un muerto en el norte a causa del derrumbe del techo de una vivienda y otro en el este tras intentar cruzar una cañada desbordada, según fuentes de la de Defensa Civil.

Efectivos de esa entidad también recuperaron los cuerpos de una pareja de origen haitiano que fueron arrastrados por el río Yaque del Norte, en Montecristi, pero el COE no incluye en sus estadísticas ninguna de estas muertes, por considerar que se trata de episodios indirectos. EFE