PERAVIA, República Dominicana.- Residentes, empresarios turísticos y productores agrícolas de Paya, Baní, provincia Peravia, denunciaron que la construcción de la termoeléctrica a carbón Punta Catalina provocó la desaparición de la playa de esa localidad.

El reporte lo hizo el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC) y el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA).

Según las entidades, los residentes aseguraron que desde que comenzaron a construir el espigón de mil doscientos metros hacia mar adentro del puerto carbonero de Punta Catalina, la marea y la rompiente del mar cambiaron de dirección e inundaron la costa, haciendo desaparecer el área de playa desde Catalina hasta el río San José, en Paya, Baní.

El sábado 5 de septiembre, el CNLCC e INSAPROMA, realizaron un descenso para comprobar la veracidad de los testimonios de los productores, cuyas propiedades han sido afectadas por la entrada del mar.

La investigación comprobó que el vertido de agua caliente que retorna de las calderas de Punta Catalina al mar está matando los corales, las algas y los microorganismos marinos.

“Pudimos observar y registrar en imágenes de cómo el agua caliente hace burbujas blancas, porque estas aguas residuales tienen una temperatura muy superior a la de las aguas del mar”, señalaron.

Plantearon que la muerte de la fauna y la flora marino-costera por el vertido de las aguas con altas temperaturas de Punta Catalina al mar, explica la desaparición de aves en la zona, como gaviotas, alcatraces o fragatas que hasta hace poco eran muy comunes en el lugar.

Indicaron que la nueva situación aumenta la vulnerabilidad de las instalaciones de Punta Catalina, ante la eventualidad de una tormenta o huracán, ya que se ha producido una fuerte erosión en la parte occidental del litoral, en las proximidades de la central térmica.

Daños irreversibles

El doctor Santo Esperíritusantos declaró que los daños sufridos por la construcción de Punta Catalina y posteriormente por la contaminación son irreversibles y continuarán mientras siga operando con carbón esta termoeléctrica.

Puso como ejemplo de los daños irreversibles la pérdida de la playa de Sabana Uvero, una de las más bellas playas de la región Sur, ahora bajo las aguas del mar.

“Hemos perdido parte de nuestras propiedades, terrenos de cultivos, infraestructuras como piscinas, gazebos, casetas y caminos junto al mar”, abundó.

Testimonió que desde que comenzó a operar Punta Catalina los mangos que eran grandes y hermosos se han convertido en albóndigas, diezmándose la producción de mangos y de vegetales por la contaminación.

“Lo peor es que el mar continúa penetrando hacia tierra adentro mermando y desvalorizando aún más nuestras propiedades, por lo que exigimos que las nuevas autoridades nos indemnicen por los daños irreparables que hemos sufrido”, dijo

El mar se "comió" el camino

Los hermanos Francia y Reinaldo Martínez Polanco relataron que "el mar se comió la playa y el camino" que la bordeaba, que era el acceso natural a su parcela de 60 tareas sembradas de cocos y plátanos en Sabana Uvero. Ahora no tienen cómo llegar a su terreno y sacar la producción.

“Esta era una playa con mucha arena, limpia y cristalina. Ahora parece un malecón, todo está muerto. No vuela ni una sola gaviota ni alcatraz ni un solo pajarito. Ya los turistas no llegan, porque no pueden bañarse y las instalaciones como verjas, gazebos, casetas, han sido destruidos por el mar”, observó Martínez.

También confirmaron que la producción de su parcela ha disminuido desde que comenzó a funcionar Punta Catalina. Lo atribuyeron a la contaminación.

No es un fenómeno natural

Por su parte, José Francisco Díaz, empresario turístico, negó que la inundación del mar en la playa de Sabana Uvero sea un fenómeno natural como adujeron los funcionarios de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y de la Central Punta Catalina para evadir responsabilidades en este desastre.

“La fuerte erosión de esta parte de la costa comenzó tan pronto se construyó el rompeolas sobre el cual está montado el puerto de Punta Catalina y se produjo en un tiempo muy rápido como para ser por causas naturales. Una prueba de que esta erosión fue causada por la construcción del puerto es que la erosión está limitada a esta franja del litoral y no ocurre en ningún otro sitio”, argumentó Díaz.

Puerto de Punta Catalina.

Manifestó que tanto él como otros empresarios turísticos de la zona han tenido grandes pérdidas que la CDEEE y la administración de Punta Catalina deben resarcir. “Todos nosotros, como los demás residentes de la localidad, estamos dispuestos a iniciar el camino legal para que las autoridades cumplan con los daños ocasionados”, advirtió.

Expresó la esperanza de que “las nuevas autoridades asuman la responsabilidad del desastre ecológico y económico causado por esta construcción y por la contaminación, y nos compensen, aunque lo más valioso de la zona que era la playa, ésta desapareció para siempre, y con ella las posibilidades de desarrollar el turismo en esta parte del país”.