Santo Domingo, República Dominicana.- Según el reporte publicado ayer por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), el año 2010 fue uno de los dos más calientes constatados en los expedientes. El informe compilado por 369 científicos de 45 países diferentes, provee información detallada anualmente actualizada de indicadores globales del clima en los distintos continentes.
El reporte de este año tiene 41 factores –cuatro más que el año pasado-, que incluyen: temperaturas de la atmósfera baja y alta, precipitación, gases de efecto invernadero, humedad, nubosidad, temperaturas del océano y salinidad, hielo marino, glaciares y capas de nieve. Cada indicador contiene miles de medidas múltiples y datos independientes que permiten a los científicos identificar las tendencias generales.
Mientras muchos cambios cíclicos conocidos tuvieron una influencia significativa en el tiempo y el clima durante todo el año, el análisis integral de los indicadores muestra una continuación de las tendencias generales que los científicos han visto durante los últimos 50 años, y que hacen consistente el cambio climático global.
“Seguimos de cerca las pistas de los indicadores, porque es bastante claro que el cambio climático del pasado no puede asumirse como lo que ocurrirá en el futuro. Pero, estos indicadores son vitales para entender y hacer proyecciones confiables del clima en lo adelante”, dijo Thomas R. Kart, Director del NOAA en Asheville.
El año pasado estuvo marcado por importantes vaivenes de los fenómenos El Niño Sur, y la Oscilación del Ártico, los cuales afectaron algunos climas regionales y contribuyeron con muchos de los eventos meteorológicos más significativos del 2010.
Entre los aspectos más destacados en el informe se encuentran:
Temperatura: Tres conjuntos de datos importantes muestran el 2010 como uno de los dos años más cálidos desde que se comenzó a conservar registros en el siglo XIX. Las temperaturas medias anuales en el Ártico continuaron su ascenso alrededor del doble de la tasa de latitudes inferiores.
Hielos marinos y glaciares: El hielo marino del Ártico disminuyó un tercio del área registrada, y en Groenlandia la capa de hielo se derritió al ritmo más alto desde al menos 1958. Esa capa se derritió ocho porciento más que el registo previo que se tenía del 2007. Los glaciares alpinos siguieron su reducción por el vigésimo año consecutivo. Mientras, la extensión de hielo marino en la Antártica creció en un récord máximo en el 2010.
Temperatura de la superficie del mar y niveles del mar: Aunque con un moderado hacia fuerte fenómeno de La Niña en cuestión, durante la parte final de la mitad del año, lo cual está asociado a aguas ecuatoriales más frías en la región tropical del Pacífico, el average global de las temperaturas de la superficie fue el tercero más cálido y el nivel del mar continuó creciendo en el 2010.
Salinidad del Océano: Los oceanos fueron más salados que en áreas más frescas y donde hay altos niveles de evaporación y de precipitación, lo cual sugiere que el ciclo del agua se está intensificando.
Efecto Invernadero: La mayor cantidad de concentración de gases continuaron creciendo. El dióxido de carbono se incrementó en 2.60 ppm, lo que es más que el average anual visto desde 1980-2010.
Varios de los principales patrones cíclicos del clima jugaron un papel importante en el tiempo y el clima en el 2010:
Fenómeno El Niño (Oscilación Sur): Un fuerte y cálido El Niño comenzó su transición al fenómeno frío de La Niña para julio, contribuyendo con inusuales patrones climáticos alrededor del mundo, e impactando de diferentes maneras en distintas regiones. La actividad ciclónica fue menor de lo normal en casi todos los lugares que actúa, especialmente en el Océano Pacífico. El Atlántico fue la excepción, con casi un récord en la cuenca norte del océano. Fuertes lluvias marcaron una primavera húmeda (Septiembre-Noviembre) en Australia, terminando con una década larga de sequía.
Oscilación del Ártico: En su parte negativa del 2010, esta oscilación afectó un largo trecho del Hemisferio Norte, causando corrientes de aire frío hacia el sur y corrientes de aire caliente hacia el norte. Canadá tuvo su año más caliente en los registros, mientras Gran Bretaña tuvo su invierno más frío a finales de diciembre y principios del año entrante. La oscilación alcanzó su valor más negativo en febrero, el mismo mes en que varias ciudades del este de Estados Unidos tuvieron sus nevadas más fuertes por meses en toda su historia.
Modo Anular del Sur: Un patrón atmosférico relacionado a la fuerza y persistencia del ciclo de tormentas en el Hemisferio Sur y la Antártica llevaron a que aumentara el volumen del hielo en esa zona como nunca antes.