Santo Domingo, 15 ago (EFE).- El ministro dominicano de Medio Ambiente, Bautista Rojas, expresó hoy que hace tiempo que tramitó el pago de las cuotas atrasadas con la Comisión Ballenera Internacional (CBI), y aseguró que el país se pronunciará contra la cacería que se produce en la actualidad de estos cetáceos.

Rojas se manifestó así, tras la alerta de Greenpeace hoy al Gobierno dominicano de que tiene pendiente el pago de dos cuotas anuales, unos 30.000 dólares, como miembro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), organismo encargado de decidir el futuro de las ballenas, y que se reunirá el próximo 14 de septiembre en Eslovenia.

La organización ambientalista advirtió al Ejecutivo dominicano de que de no cancelar la deuda perdería la oportunidad de participar en la reunión de septiembre, donde podría evitarse la pesca de las ballenas jorobadas que nacen en aguas dominicanas pero luego son cazadas en costas de Dinamarca.

En este sentido, el ministro dominicano de Medio Ambiente saludó los esfuerzos de Greenpeace, y dijo que la República Dominicana "defenderá en cualquier escenario la especie de ballenas jorobadas", que viene cada año al noroeste del país.

Estas ballenas, fieles a las aguas del Caribe, vienen cada año a la bahía de Samaná (noroeste), una zona en República Dominicana con amplios atractivos turísticos y que, según distintas opiniones, es uno de los mejores lugares para presenciar el espectáculo que ofrecen estos cetáceos.

En primavera, verano y otoño, las ballenas jorobadas viven en las aguas frías del Atlántico norte, donde migran para alimentarse después de tener a sus crías en la República Dominicana.

Cuando las ballenas se encuentran en aguas de Groenlandia, según señaló el especialista en océanos de Greenpeace, Miko Schvartzman, son pescadas, antes de iniciar su largo recorrido de nuevo hacia los mares tropicales para aparearse y dar a luz a sus crías.

Activistas de Greenpeace, junto a otras organizaciones dominicanas, realizaron hoy una acción de movilización pacífica en Santo Domingo, en la que pidieron al Ejecutivo del país más afectado por la pesca de ballenas jorobadas que impida una caza que comenzó en 2010 y que acaba con una docena de estas especies cada año.

"Nosotros simpatizamos con los esfuerzos que lleva a cabo Greenpeace, y adelantamos que como Gobierno vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para el freno de las matanzas de ballenas", indicó Rojas.

Miko Schvartzman expuso que en el mundo hay más de 100 países que realizan "turismo de avistamiento de ballenas", la mayoría países en desarrollo, y solo son cuatro los que las pescan: Dinamarca, Islandia, Noruega y Japón.

"Lamentablemente, las mismas ballenas que pueden ser avistadas y protegidas en la República Dominicana, son arponeadas y masacradas en Groenlandia por el Estado dinamarqués, a pesar de ser una especie en riesgo de extinción", expresó Schvartzman.

Por su parte, el senador dominicano Prim Pujals, quien se sumó a la iniciativa de Greepeace, dijo que la bahía de Samaná recibe 60.000 turistas cada temporada por el espectáculo que genera la presencia de las ballenas jorobadas.

Pujals señaló que la provincia de Samaná recibiría "un golpe mortal" en el turismo sin la presencia de las ballenas. EFE