Ginebra, 27 sep (EFE).- Latinoamérica es un ejemplo mundial de cómo hay que actuar para controlar el contagio de la rabia y evitar así miles de pérdidas humanas pero también ahorrar millones de dólares en la respuesta a la enfermedad.

Así lo afirmaron hoy representantes de la Alianza Mundial para el Control de la Rabia (GARC) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una rueda de prensa sobre la enfermedad, la víspera del Día Mundial contra la Rabia.

La rabia es una enfermedad viral que causa inflamación aguda del cerebro y que en casi el 100 % de los casos es mortal, tanto para los humanos como para los animales infectados.

"Una de las razones por las que consideramos que es una enfermedad no atendida es porque nadie sobrevive, la mayoría de los que se infectan, si no obtienen una profilaxis rápidamente, mueren", afirmó Louis Nel, director ejecutivo de la GARC.

En el 99 % de los casos, la enfermedad es transmitida por los perros, aunque también la contagian murciélagos, gatos, ratas, mofetas y zorros.

"Sesenta mil por año significa 160 por día. Significa que cada diez minutos una persona muere de una enfermedad que se puede prevenir", agregó Nel.

Cada año, unas 60.000 personas mueren tras infectarse con el virus, de las que el 40 % son niños.

"Sesenta mil por año significa 160 por día. Significa que cada diez minutos una persona muere de una enfermedad que se puede prevenir", agregó Nel.

Por su parte, Bernadette Abela-Ridder, experta de la OMS, afirmó que seguramente se están subestimando las cifras reales dado que en muchos casos la enfermedad queda sin diagnosticar y, por lo tanto, no se registra.

Para evitarla, la mejor medida es la vacunación de los perros, lo que se ha implementado con mucho éxito en los países de Latinoamérica.

"América Latina es el ejemplo a seguir con respecto al control de la enfermedad. Ha hecho lo que debía, que es vacunar al 70 % de los perros en la región y el impacto ha sido inmediato", indicó Nel.

Actualmente, se considera que el 57 % de los canes que viven en Latinoamérica están vacunados contra la rabia, lo que ha llevado a que el número de muertes por la enfermedad se sitúe en 0,34 por cada millón de personas.

"Por supuesto que el gran reto es que las muertes sean cero, pero la región está en el camino correcto para conseguirlo", aseveró el experto.

Un porcentaje considerablemente menor a las 9,3 personas que mueren en Asia por cada millón de habitantes, y a las 20,9 por millón que fallecen en África.

En totales absolutos, se considera que en Latinoamérica hay 180 decesos de rabia por año; unos 21.500 en África y 37.500 en Asia.

"El impacto del control de la rabia es enorme, no sólo en número de víctimas, pero también en coste de la respuesta", aseguró Nel, quien dijo que el coste total de la enfermedad para América Latina -pérdida por muertes prematuras; costo de la profilaxis; vacunación canina- es de 350 millones de dólares al año, una cifra que aumenta a 7.000 millones en Asia.

La OMS ha establecido la meta de eliminar completamente la enfermedad en el mundo en 2030. EFE