SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Ante los problemas de abastecimiento de agua que presentan muchas de las comunidades urbanas y rurales del país, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) promueve la instalación de un sistema de captación y aprovechamiento del agua lluvia para suplir de este recurso a varias escuelas y comunidades de la provincia de Monte Plata.

El sistema será instalado como un proyecto piloto en los centros educativos Mata Limón y Pilancón, de esta provincia, los cuales forman parte del Programa de Alimentación Escolar, que ejecuta el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) con asistencia técnica de la FAO.

“Las necesidades de agua en este centro educativo son urgentes, ni en la escuela ni en la comunidad tenemos agua potable”, reveló Félix Sánchez Crisóstomo, director del Centro Educativo Mata Limón, una escuela de jornada extendida donde se cocina y se alimenta diariamente a más de 500 estudiantes y docentes.

La misión de la FAO es liderada por los expertos Víctor Acosta y Sandra Acosta.

Los centros educativos fueron evaluados por una misión de técnicos del Colegio de Postgraduados de México quienes realizaron un levantamiento de necesidades en estas dos escuelas, que al igual que las comunidades a la que pertenecen, carecen de agua potable y para otros usos.

Sencillo, eficiente y a bajo costo

La misión de expertos explicó que el agua de lluvia que cae de los techos de las escuelas por las canaletas es conducida por medio de tubos PVC hacia una cisterna que acumula el agua y puede ser utilizada para atender las necesidades de limpieza de las instalaciones, así como para consumo humano, luego de ser sometida a un proceso de tratamiento y purificación, para lo cual se utiliza una bomba movida por paneles solares.

Manifestaron que con la alta pluviometría que se registra en la provincia de Monte Plata, el agua captada es más que suficiente para suplir las necesidades de la propia escuela y quedaría un excedente para abastecer a toda la comunidad, lo que representa un ahorro considerable de recursos en la compra de botellones de agua y el llenado de las cisternas.

Aseguraron que el costo de instalación y operación del sistema es mínimo, ya que los filtros pequeños se cambian tres veces por año a un costo bajo, mientras que los grandes tienen un sistema de auto lavado que asegura una vida útil de 5 a 8 años.