Santo Domingo (EFE).- Los ministerios de Medio Ambiente y de Turismo de la República Dominicana anunciaron la apertura de la temporada de observación de ballenas jorobadas en la Bahía de Samaná, en el noroeste del país, adonde estos mamíferos marinos llegan todos los años para aparearse y dar a luz.
La temporada se extenderá hasta el 15 de marzo y las autoridades turísticas y medioambientales esperan la visita de más de 60.000 turistas nacionales y extranjeros a la zona.
Al hacer el anuncio, el ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez, dijo que esta actividad tiene una importancia económica y de promoción de la República Dominicana.
Conjuntamente con el anuncio, un grupo de organizaciones firmó un acuerdo con el objetivo de garantizar el éxito de la observación de las ballenas jorobadas.
Medio Ambiente recordó que en 2016 se cumplen 30 años de haberse declarado al Banco de la Plata como primer santuario de la región del Gran Caribe para la protección de las ballenas jorobadas
Los firmantes del convenio se comprometieron a proteger, prevenir, regular y controlar toda actividad que cause deterioro y contaminación de los ecosistemas naturales, evitando daños del patrimonio cultural y natural.
En los meses de la primavera, verano y otoño, estos cetáceos viven en las aguas frías del Atlántico Norte y en invierno inician una larga travesía hacia los mares tropicales para aparearse y dar a luz y luego retornar a su zona de alimentación.
La Bahía de Samaná forma, junto al Banco de la Plata y el Banco de la Navidad, el Santuario de Mamíferos Marinos, que abarca una zona de 12.700 millas cuadradas, convirtiéndola así en el área protegida más grande del país.
El despacho de Medio Ambiente recordó que en 2016 se cumplen 30 años de haberse declarado al Banco de la Plata como primer santuario de la región del Gran Caribe para la protección de las ballenas jorobadas.
También se celebran 10 años de la firma de un acuerdo de colaboración entre el Banco de la Plata y el de Stellwagen (EE.UU.).
Ambos santuarios, situados a unas 1.000 millas de distancia, fueron establecidos para proteger la misma población de ballenas jorobadas en dos zonas críticas de su vida: zona de alimentación en el Santuario Nacional del Banco de Stellwagen, y la principal zona de reproducción en los Bancos de la Plata y Navidad. EFE