México, 4 jul (EFE).- Activistas de Greenpeace escalaron hoy el asta de la bandera nacional en la plaza central de Ciudad de México, donde colocaron una manta con un mensaje destinado a "retar" al presidente Enrique Peña Nieto a que defienda el maíz mexicano de los transgénicos.

"Esto es un reto en particular para Enrique Peña Nieto. Queremos que nos demuestre que como presidente es capaz de velar por el derecho de los mexicanos a una alimentación sana y de calidad", dijo a Efe Aleida Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable de Greenpeace México.

En la manta podía leerse: "Peña Nieto, tú eres el responsable".

Lara indicó que siete meses después de haber asumido la Presidencia, Peña Nieto no ha dado una respuesta a la demanda de 38.000 ciudadanos de que defienda el maíz mexicano ante los cultivos transgénicos.

Refirió que actualmente hay nueve solicitudes de siembra de las empresas Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences, "que pretenden liberar semillas genéticamente modificadas en los estados de Sinaloa, Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua y Durango".

"Ello representa un grave riesgo para la soberanía alimentaria debido a la contaminación por flujo genético que se estaría dando en el maíz que consumimos día con día los mexicanos", aseveró.

La representante de la organización ecologista explicó que esas semillas están patentadas por las empresas "y en caso de que llegaran a contaminar campos mexicanos, eso les daría el derecho de cobrar regalías o demandar legalmente a los productores del campo mexicano".

Muchos campesinos siembran para autoconsumo y ellos son los dueños de la semilla "y lo que se estaría ocasionando con los permisos a la siembra comercial de transgénicos sería la privatización del maíz por parte de empresas trasnacionales", explicó.

Otro efecto potencial de la contaminación sería la reducción en la variedad de semillas nativas y la consiguiente pérdida de la biodiversidad, lo que podría hacer al maíz más vulnerable a plagas.

"En México tenemos 59 variedades de maíz adaptadas a diferentes condiciones. Cada una de ellas, que se ha desarrollado durante miles de años, representa una riqueza genética para los mexicanos. El hecho de que desaparezcan es una gran pérdida", argumentó Lara.

Esa pérdida también impactaría a la cocina mexicana, porque existen infinidad de platillos que dependen de cada una de las variedades de maíz, sostuvo.

Finalmente, señaló que los posibles riesgos de los transgénicos para el consumo humano y animal están en evaluación "y, mientras no se demuestre que no tendrán ninguna afectación, no deben estar en nuestro campo y en nuestra mesa". EFE