La organización ecologista Greenpeace, que este lunes publicó documentos clasificados de la negociación del Tratado de libre comercio e inversiones (TTIP) entre la Unión Europea y EEUU, pidió detener las conversaciones hasta que no haya un "debate público" sobre la base de "hechos, y no especulaciones".
"Leyendo estos documentos llegamos a la conclusión de que la negociación debe detenerse, porque los negociadores no están actuando por el interés público", declaró el director para Europa de Greenpeace, Jorgo Riss, en una rueda de prensa para explicar los documentos que divulgó la organización divulgó.
Los trece (de un total de diecisiete) "textos consolidados" (que incluyen entre corchetes las posiciones de la UE y de EEUU) filtrados muestran "por primera vez cuáles son las posiciones de Estados Unidos, y vemos muy claramente que intenta lograr una reducción en el nivel de protección en la Unión Europea, que es circunnavegar regulaciones existentes".
"Como consecuencia, habría menor protección de la salud pública y del medioambiente en la UE", apuntó.
Desde su punto de vista, es necesario parar en este momento las negociaciones "porque desde el punto de vista de la protección medioambiental no se puede tener confianza en los negociadores".
"Si hay cambio, el cambio va a venir de una discusión pública. Esperemos que la filtración aporte hechos para una discusión pública que se base en hechos, no en especulaciones", agregó.
Riss se preguntó qué "éxito" supondría el acuerdo "si el proceso concluye y todos los europeos sienten que se les ha colocado una camisa de fuerza".
El responsable de Greenpeace aseguró que la organización no rechaza "otros posibles acuerdos" entre la UE y EEUU, pero consideró que "este proyecto de aunar todo en una gran negociación y situar en ella asuntos sensibles como la sanidad pública y la protección medioambiental, es ya la base de un fracaso".
"Parece que los negociadores no tienen en cuenta los principios fundamentales en los tratados de la UE", indicó, entre ellos el llamado "principio de precaución", que garantiza la posibilidad de legislar para proteger la salud pública o el medioambiente y que "no se menciona ni una vez" en los textos, subrayó Riss.
Añadió que si el acuerdo final incluyera las posiciones de las filtraciones, "habría alimentos con más residuos de pesticidas, más transgénicos en el mercado".
La razón por la cual "estamos tan preocupados es que, en esta fase media, tendrían que estar todas las propuestas sobre la mesa, las buenas y las malas", indicó Riss, quien afirmó: "Lo que vemos es que la UE hace malas propuestas y que las propuestas de EEUU son todavía peor".
"El peligro es que vayamos a tener un acuerdo final entre lo malo y lo peor", alertó.
El responsable de Greenpeace dijo "no entender" la posición de la UE en la negociación, ya que están en juego "principios que la población comparte".
"Sabemos muy bien por encuestas públicas que las mayorías europeas no quieren comer transgénicos (…), que los ciudadanos en Europa lo que valoran de la UE son precisamente sus leyes en asuntos de protección del medioambiente", destacó, aunque en su opinión en los textos filtrados "no se reflejan estos valores".