SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La población dominicana no está educada ambientalmente y por eso hay personas que afectan las cuencas de los ríos, lanzan basura en las carreteras o realizan actividades productivas perjudicando el medio ambiente.

La queja es de Frank Moya Pons, ex ministro de Medio Ambiente, quien celebró los 15 años de la creación del ministerio con una conferencia sobre la institucionalidad ambiental, los avances y las perspectivas, a invitación de Bautista Rojas Gómez, ministro actual de la cartera.

En su conferencia el doctor Moya Pons dijo que aunque ha crecido la preocupación y protección del medio ambiente por parte de organizaciones y personas, falta lograr más avances en ese compromiso de la sociedad, y particularmente de los funcionarios y de los políticos.

“Todos los que están presentes en este salón lo saben de corazón: En este Ministerio se debe gobernar para defender el bien común para generar nuevas actitudes, fomentar nuevas creencias, impulsar nuevos valores y promover nuevos modos de conducta en una población todavía poco educada ambientalmente”, dijo quien fuera el primer ministro que tuvo la cartera de Medio Ambiente.

“No importa que las gentes sean ricas o pobres, en este país hay todavía mucha gente con poca o ninguna educación ambiental. Educar ambientalmente a la población, cambiar esa situación, es uno de los grandes retos que tiene este Ministerio por delante” fue una de las recomendaciones que hizo.

Se explicó: “Porque la población dominicana no está educada ambientalmente, y se resiste a estarlo, es por lo que tenemos tanta basura en las calles, en los parques, en las playas. En todas partes”.

Confesó que “duele mucho al espíritu ver la gente, ricos y pobres, iletrados y profesionales, en las carreteras y en las calles, en los parques y en las playas, tirando botellas, papeles y todo tipo de objetos. Eso tiene que cesar como ha cesado en otras partes. Hacer que eso no ocurra más es un reto que este Ministerio tiene que enfrentar desde ya”.

Entre los desafíos que presentó Frank Moya Pons para el Ministerio de Medio Ambiente se encuentran los siguientes:

Porque la población no está educada ambientalmente es por lo que ésta parece ser la tierra más estridente del mundo en donde la gente no se da cuenta del daño que hace el ruido. 

Enseñar a la gente sobre los daños que hace el ruido y las pérdidas económicas que producen sus externalidades negativas es otro reto que este Ministerio tiene por delante y tiene que enfrentar también desde ya.

Porque la gente no está educada ambientalmente es por lo que seguimos quemando los bosques de las montañas en donde nacen los ríos y por lo que metemos tractores y graders para hacer caminos de montaña que dañan las cuencas hidrológicas y privan de agua a los poblados y a los cultivos en las zonas llanas.

Porque la gente no está educada ambientalmente es por lo que grupos destemplados abusan de la población y la manipulan constantemente metiéndole miedo sobre supuestos daños ambientales de actividades económicas lícitas y necesarias para el desarrollo económico del país.

Porque la gente no está educada ambientalmente es por lo que individuos y grupos codiciosos, con apoyo político local y nacional, se apropian o tratan de apropiarse impunemente de los parques nacionales para convertirlos en empresas y fincas particulares.

Porque la gente no está educada ambientalmente es por lo que inversionistas inescrupulosos ciegan los humedales, rompen los corales, alteran la estructura de las playas o dañan el lecho de los ríos con muy pocas consecuencias legales para ellos, a pesar de lo que mandan las leyes y sus reglamentos.

Porque la gente no está educada ambientalmente y por falta de una política consistente de ordenamiento territorial es por lo que vemos como se pierden miles de tareas de tierra cultivable (que es un recurso natural menos reemplazable que el agua) convertidas en solares de cemento como está ocurriendo hoy a la vista de todo el mundo en Juma Bonao, en el Cibao Central, en la Plena de Azua y en los alrededores de Moca, Salcedo, Tenares y San Francisco de Macorís.