Asunción, Paraguay (EFE).- Hacer del pescado un bien accesible para la población de América Latina, donde sigue sin estar al alcance de todas las clases sociales, es uno de los desafíos inmediatos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dijo hoy a Efe uno de sus representantes.
Las estrategias para alcanzar esa meta serán abordadas este viernes en Asunción, durante la segunda cumbre de ministros de Agricultura y Pesca de los países integrados en la Red de Acuicultura de las Américas (RAA), de la FAO.
"Es necesario controlar las redes de distribución de pescado para que esté disponible en todas partes. Pero además, hay que estimular la producción interna para conseguir precios más asequibles", dijo Alejandro Flores, experto de la FAO en Acuicultura y Pesca para América Latina y el Caribe.
Añadió que "la región cuenta con suficiente biodiversidad para hacer el pescado accesible a la población con escasos recursos", y puso como ejemplo especies de bajo costo como la sardina o la merluza, "que a menudo se reducen a harina de pescado, desperdiciando sus proteínas de alta calidad".
En ese sentido, el experto alertó de la "dicotomía" que se produce en Latinoamérica, donde un "amplio volumen" de la producción regional se destina a la exportación, mientras que se siguen importando productos de Asia, como el "pangasius", de Vietnam, por su bajo precio.
El técnico apostó además por la acuicultura y la alternancia de empleos rurales para sustituir los subsidios que algunos Estados otorgan a los productores locales durante los periodos de veda.
En ese aspecto mencionó a Paraguay, que ofrece ese tipo de subsidios a sus pescadores fluviales.
Por su parte, Felipe Matías, secretario ejecutivo de la RAA, señaló a Efe el obstáculo que supone para la región carecer de redes de distribución que aseguren la cadena del frío y la conservación del pescado, de forma que lo convierta en un producto "altamente perecedero".
Ambos técnicos advirtieron de los "condicionantes culturales" que inciden en la preferencia por el consumo de carne en países de la región, aunque dijeron que esa tendencia decrece debido a la "mayor conciencia de la salud" en la población.
"Si consumimos pescado dos veces por semana, en algunos países se puede duplicar la producción anual y generar una mayor inclusión social", afirmó Matías, que calificó al pescado de "herramienta en la lucha contra la pobreza y el hambre".
En la reunión del viernes participarán representantes ministeriales de varios miembros de la RAA, como Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
Según datos de la FAO, el 40 % del pescado que se consume en América Latina y el Caribe procede de la importación.
La organización indica además que el 50 % del pescado que se consume en el mundo proviene de la acuicultura.
El pescado es la fuente principal de proteínas para el 17 % de la población mundial y para el 25 % de los habitantes de países con bajos ingresos y déficit de alimentos, de acuerdo con la FAO. EFE