El anamú (Petiveria alliacea, de la familia de lasPhytolaccaceae) es un arbusto perenne que crece hasta alcanzar un metro de altura. Sus hojas son alternadas, abrillantadas y elípticas por su forma, con un borde ondulado. Las flores de la planta son muy pequeñas, de color blanco, que semejan estrellas que se presentan en grupos de quince o más en una espiga larga y curva. Las hojas cuando se machacan despiden un olor fuerte que algunas personas encuentran que se parece al olor del ajo.

Otros grupos de pueblos indígenas majan las hojas hasta formar una pasta con ella y la usan como remedio tópico para dolores de cabeza, dolores reumáticos, y otros tipos de dolores. Este preparado se usa también como insecticida.

En la actualidad, no muchos de los dominicanos han oído hablar de la planta de anamú; y si lo han oído es porque la usan los curanderos o, de boca de alguien de más edad en su familia. Los campesinos y ganaderos tienen un sentimiento negativo acerca del anamú porque cuando las vacas lo comen los químicos de la planta ocasiona que la leche adquiera un mal sabor, algo parecido al ajo y eso dificulta la venta de la leche.

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