Santo Domingo, 22 abr (EFE).- República Dominicana celebró ayer apenas con algunas declaraciones el Día de la Tierra, fecha que prácticamente pasó desapercibida para las autoridades, grupos ecologistas y la sociedad en general.
Una de las voces que se dejó sentir fue la de un catedrático universitario, quien sugirió que los 10 millones de dominicanos sembraran un árbol para asumir así un compromiso "con su propia conciencia" en la defensa de la tierra, el ambiente y la naturaleza.
El vicedecano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Augusto Bravo, abogó por que los ciudadanos asuman mayor disciplina y responsabilidad colectiva para poder alcanzar ciertos estadios de desarrollo en el país.
Asimismo, instó a esa academia a reasumir la disposición que creaba el compromiso de que cada estudiante al término de su carrera universitaria, además de finalizado su programa de asignaturas y realizado su investigación de grado, tenía el requisito adicional previo, a su graduación, de sembrar un árbol en jornadas que de algún modo beneficiaban el país.
El historiador y académico planteó que los universitarios deben constituirse en los primeros compromisarios del buen ejemplo de sembrar un árbol en beneficio y protección de la flora y la fauna del país.
Por otra parte, la Fundación Ecológica Tropical (Fundetrop), con sede en la ciudad dominicana de Santiago (norte, segunda en importancia del país), se adhirió a lo establecido por las Naciones Unidas de que este día brinda la oportunidad de concienciar a todos los habitantes del planeta acerca de los problemas que afectan a la tierra y a las diferentes formas de vida que en él se desarrollan.
La entidad, además, pidió "reflexión" ante el "sistema consumista" que se ha establecido a todo lo largo y ancho de "nuestra casa común" y de esta manera cambiar el rumbo destructivo por el que, aseguró, se encamina el planeta.
"La madre tierra nos llama y llora ante las inclemencias de la destrucción a que cada día es sometida por los humanos, el deterioro es evidente y las consecuencia son devastadoras y lo serán mucho más sino se cambia de rumbo", advirtió.
La fundación demandó del Estado dominicano la ejecución de iniciativas para ordenar las actuaciones gubernamentales y de ciudadanos de cara a la tierra y que son acciones locales que contribuyen a un uso sostenible del territorio.
Específicamente, solicitó la creación de una ley de ordenamiento territorial, que sería una "herramienta fundamental" para usar de manera correcta el territorio y para evitar todas aquellas actividades que vienen destruyendo los ecosistemas.
"Demandamos la aprobación y puesta en ejecución de la ley de ordenamiento territorial y de esta manera proteger aquellas zonas que representan el equilibrio y la sostenibilidad de nuestra media isla, con eso contribuiremos a la protección de la tierra", sostuvo la fundación en un comunicado. EFE