Varsovia, 11 nov (EFE).- Naciones Unidas inauguró hoy la nueva Cumbre sobre el Cambio Climático (COP19), marcada por el devastador impacto del tifón Haiyan a su paso por Filipinas, y urgió a los cerca de 200 países asistentes a acelerar las negociaciones para evitar las dramáticas consecuencias del calentamiento global.

"Ahora comenzamos a experimentar los efectos del cambio climático", advirtió la secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Christiana Figueras, quien al igual que el resto de mandatarios y delegados tuvo palabras de recuerdo y solidaridad con el país asiático.

Más emotivo fue el discurso de la delegada filipina en la COP19, Yeb Sanõ, quien con lágrimas en los ojos hizo un llamamiento a los países más desarrollados para pedir un compromiso decidido en la financiación de medidas contra el calentamiento global y en apoyo de los damnificados por los desastres naturales.

"Filipinas es el segundo país más vulnerable por el cambio climático, con 22 tifones anuales de media, algo insostenible que genera constantes daños imposibles de sufragar", señaló Sanõ, quien pidió "justicia climatológica" para su país.

Aunque los expertos no pueden confirmar la existencia de una relación directa entre eventos meteorológicos como los tifones y el calentamiento global, el desastre vivido por el paso del Haiyan por Filipinas se hizo notar en el ánimo de los delegados y en la necesidad de acelerar las conversaciones para alcanzar un acuerdo definitivo en la Conferencia del Clima de París en 2015.

De la COP19 de Varsovia, que finalizará el próximo 22 de noviembre, las ONG esperan que no sea una cumbre de transición y que se alcancen acuerdos claros, porque la crisis climática no espera.

"Lo que pase en Varsovia decidirá lo que pasará en París", afirmaba hoy la responsable de WWF International, Tasneem Essop, quien reconocía que la cumbre será un éxito si al menos se llega a un acuerdo que permita aumentar la financiación de políticas contra el cambio climático.

Por su parte el nuevo presidente de la Conferencia de Partes (COP19), el ministro polaco de Medio Ambiente, Marcin Korolec, recordó durante la inauguración que el cambio climático es un problema global que debe convertirse en una oportunidad global.

"Es un problema si no coordinamos nuestras acciones, pero es una oportunidad si actuamos coordinados", añadió.

Ecologistas y ONG cuestionan que la sede de la cumbre contra el cambio climático sea Polonia, país que genera alrededor del 90 % de su electricidad gracias al carbón y que, al mismo tiempo que se celebra la cita de Naciones Unidas, acogerá la Conferencia Internacional del Carbón.

El Gobierno polaco ha vetado en el pasado varias directivas comunitarias en favor de las renovables y recientemente ratificó su apuesta por el carbón y por un modelo basado en la modernización de las plantas energéticas de carbón para reducir así sus emisiones contaminantes.

"Hay que entender la posición del Ejecutivo polaco (presidido por el partido liberal de centro-derecha Plataforma Ciudadana) en clave electoral, ya que el próximo año serán las elecciones europeas y el Gobierno teme perder apoyos si cede ante las políticas energéticas de la Unión Europea", explicó a Efe el presidente del Instituto de Desarrollo Sostenible de Polonia, el doctor Andrzej Kassenberg.

El Gobierno del liberal Donald Tusk anunció este año que el carbón jugará un papel fundamental en la cesta energética polaca hasta 2030, lo que incluye la puesta en marcha de dos grandes centrales de carbón con capacidad de 900 megavatios.

A este contexto hay que sumar que, además de acoger la COP19, Varsovia será sede entre el 18 y el 19 de noviembre de la Conferencia Internacional del Carbón, una cita promovida por la Asociación Internacional del Carbón y centrada en esta edición en las tecnologías para un uso más ecológico de este fósil.

La decisión polaca ha sido calificada por todas las organizaciones ecologistas de concesión al lobby del carbón, poderoso en Polonia, donde existen importantes minas en la cuenca carbonífera de Silesia.

"La flagrante orientación del Gobierno polaco hacia los combustibles fósiles no debe disuadir a las partes para trabajar duro y obtener resultados positivos en Varsovia", añadió Essop, quien mostró su confianza en que esta COP19 deje el camino abierto para lograr un acuerdo en 2015. EFE