Londres (EFE).- La policía británica detuvo a unas 25 personas que se manifestaban en la localidad de Balcombe, al sur de Inglaterra, en contra de la técnica de extracción de gas denominada "fracking", entre ellas la diputada del Partido Verde Caroline Lucas.

Las detenciones se produjeron a primera hora de la tarde del lunes, cuando las fuerzas de seguridad desalojaron a un grupo de unas doscientas personas que bloqueaba una de las entradas al campo de extracciones que la compañía energética Cuadrilla mantiene en la zona.

"Esperábamos que se produjera algún tipo de acción directa y teníamos agentes preparados para lidiar con eso", afirmó el superintendente de la policía del condado de Sussex Occidental, Lawrence Hobbs, que señaló que en la operación cooperaron más de 400 agentes de diez cuerpos policiales.

Se produjeron otras dos protestas en el Reino Unido contra las extracciones de gas por medio de una técnica que los activistas consideran nociva para el medio ambiente.

Una veintena de manifestantes bloquearon esta mañana la entrada a la sede de Cuadrilla en Lichfield, en el centro de Inglaterra, mientras media docena de personas se adhirieron con pegamento a las puertas de la empresa de relaciones públicas Bell Pottinger, en el centro de Londres, encargada de las campañas publicitarias de Cuadrilla.

"Junto con todos los demás que pasaron a la acción, estoy tratando de detener un proceso que puede causar un enorme daño en las décadas por venir", expresó la diputada verde a los medios mientras era conducida hacia un furgón policial por las fuerzas de seguridad.

Lucas subrayó que "las evidencias señalan claramente que el 'fracking' destruye los esfuerzos para controlar la crisis climática y supone un riesgo potencial para el medioambiente local".

"Mi posición privilegiada me permite preguntar al Gobierno directamente e iniciar debates en el Parlamento, pero aún así se han negado a escuchar", afirmó la diputada del Partido Verde.

La técnica de la fractura hidráulica consiste en inyectar agua a alta presión en las profundidades de la tierra, varios kilómetros por debajo de la superficie, para quebrar la roca y liberar así grandes cantidades de gas.

Los grupos que se oponen al "fracking" argumentan que el procedimiento puede contaminar las aguas subterráneas y causar leves temblores de tierra en las zonas donde se perfora.

La compañía Cuadrilla, objetivo de los manifestantes, condenó por su parte las "acciones directas ilegales" contra sus instalaciones.

"Los manifestantes entraron en nuestra oficina de Lichfield, hostigaron a nuestros trabajadores y se encadenaron a los archivadores. La policía está lidiando con esto. Condenamos todas las acciones directas ilegales que se han producido contra nuestros trabajadores y operaciones", afirmó en un comunicado la empresa.

La semana pasada, el primer ministro británico, David Cameron, pidió públicamente el apoyo hacia la técnica del "fracking" al considerar que puede generar miles de empleos y reducir la factura de la luz de los ciudadanos. EFE