Tokio, 12 dic (EFE).- El operador de la accidentada planta de Fukushima, Tokyo Electic Power (TEPCO), ha comenzado a pavimentar zonas del recinto de la central de cara a reducir los niveles de radiación allí hasta en dos tercios, confirmó hoy a Efe un portavoz de la empresa.

La zona que da al mar entre los reactores 1 y 2 ya ha comenzado a ser asfaltada, mientras que TEPCO pretende comenzar a hacer lo mismo con el espacio que hay entre las unidades 2 y 3 en los próximos días, precisó el portavoz.

El área entre los reactores 3 y 4 sería, la última que entraría dentro de esta operación, comenzaría a ser pavimentada el próximo febrero.

En las dos últimas áreas quedan aún escombros que dejó el tsunami que golpeó la central el 11 de marzo de 2011.

Además de retirar estos desechos, TEPCO debe deshacerse de las capas de tierra más superficial, donde se han depositado sustancias radiactivas, antes de comenzar a esparcir el cemento.

La tierra que rodea de manera más inmediata a los reactores queda de momento excluida del proceso debido a los altos índices de radiación que ahí se registran.

Con este plan, TEPCO espera reducir los volúmenes de radiación en estas zonas -donde es fácil que se registren actualmente niveles peligrosos de más de 100 millisievert por hora- hasta en dos tercios.

La eléctrica también considera que el pavimentado ayudará a reducir el volumen de lluvia que se filtra al subsuelo, y desde allí, penetra en los sótanos de los edificios de los reactores, donde se contamina al entrar en contacto con agua radiactiva.

Este es uno de los principales desafíos que encaran los técnicos de TEPCO, ya que la acumulación de agua en estos sótanos hace que el líquido radiactivo acabe desbordándose y fluya hasta el océano Pacífico.

Por ello, se cree que la central vierte a diario unas 300 toneladas de agua contaminada al mar.

Las emisiones radiactivas producto del accidente en la planta de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil en 1986, mantienen evacuadas a unas 52.000 personas que vivían junto a la central y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local. EFE