Roma, 3 oct (EFE).- El comercio y el sector agrícola de América Central son víctimas del cambio climático, que daña infraestructuras e insumos necesarios para tales actividades, señaló hoy en Roma un representante del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
Manuel Jiménez, miembro de la secretaría ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (órgano del SICA), destacó que el aumento del nivel de los océanos y de las lluvias torrenciales en la región puede afectar las infraestructuras y causar el colapso de corredores importantes para el comercio.
"El comercio es clave para la seguridad alimentaria en América Central, que tiene una insuficiente producción interna de alimentos, y puede dar más estabilidad a los suministros en situaciones de crisis", aseguró Jiménez en una reunión ministerial en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Sobre la estrategia para combatir el cambio climático, destacó que el Canal de Panamá es una "ruta verde para el comercio", puesto que permite acortar las distancias y reducir así las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
"Las crisis de mercado, climáticas y sanitarias están superpuestas", afirmó el miembro del SICA, que citó también la propagación de plagas como efecto del cambio climático.
El responsable del SICA (integrado por El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Belice y la República Dominicana) también pidió mejorar las infraestructuras viales, transformar la agricultura adaptándola al clima, especialmente en la zona del Corredor Seco, y gestionar de forma integrada el agua y el suelo.
Otro de los fenómenos climáticos adversos que afecta América Central es la sequía, causante del 60 % de las pérdidas en el sector agrícola.
"Estamos viendo una nueva geografía en el desplazamiento de cultivos", sostuvo Jiménez, quien alertó del impacto negativo que el cambio climático está teniendo en el 60 % de la población rural que vive en situación de pobreza y que ocupa el 30 % del territorio de dicha región.
Además, advirtió de que muchos pequeños agricultores han tenido que descuidar sus cultivos y tratan de sobrevivir poniendo a la venta sus medios de producción, endeudándose u optando por la emigración forzada.
"Las crisis de mercado, climáticas y sanitarias están superpuestas", afirmó el miembro del SICA, que citó también la propagación de plagas como efecto del cambio climático.
Para hacer frente a esa situación, instó a impulsar los seguros agrícolas y de catástrofes, los mecanismos para la contratación de servicios, una mayor eficiencia agrícola y alertas tempranas sobre la situación del clima y los mercados.
Según un reciente estudio de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), El Salvador, Honduras y Nicaragua están entre los países con mayor riesgo de inseguridad alimentaria por los efectos que el cambio climático tiene en la agricultura.
Solo en el Corredor Seco se calcula que unos 3,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria a consecuencia de una prolongada sequía asociada a El Niño. EFE