SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las algas que parecen haberse apropiado del balneario de Boca Chica se han convertido en un dolor de cabeza para los comerciantes de la zona, quienes aseguran han tenido enormes pérdidas debido a los sargazos.

La invasión de color marrón, procedente del Mar de los Sargazos, en el océano Atlántico, ha puesto en aprietos la visita de turistas, lo que ha obligado a empleados y dueños de negocios a enfrentar la situación, echando mano de las herramientas a su alcance para la remoción de las algas.

Tal es el caso de Héctor González, capitán de camareros del restaurante Bocana, quien asegura que la presencia de algas en las playas de Boca Chica se ha convertido en una desgracia para la comunidad.

"Desde que los vientos trajeron esta plántulas, los bañistas llegan aquí (Boca Chica), ven el panorama y se devuelven a sus casa, esta situación afecta las actividades comerciales", resalta González.

Y es que el fenómeno que afecta a la región del Caribe, y que la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) ha definido como de “alto costo operacional” para los hoteleros, aparentemente tiene a los afectados como únicos defensores.

La principal queja entre los empresarios es que desde que inició la presencia de las algas, las instituciones estatales como los Ministerios de Medio Ambiente, Turismo, Obras Publicas e incluso el ayuntamiento local, han brillado por su ausencia.

De hecho, Ramón Candelario, propietario del restaurante Bocana, opera una de las retroexcavadora alquilada con sus recursos para remover las algas que han diezmado de turistas la playa de Boca Chica.

Sin embargo, las algas no solo constituyen un problema económico, sino también sanitario.

Brian Lapointe, experto en sargazo de la Atlantic University de Florida, explica que en cantidades apropiadas, constituyen de manera positiva en el equilibrio de ecosistemas. En cambio, una sobreabundancia puede deteriorar playas, provocar mortalidad en tortugas y peces. El olor fétido por la descomposición de los sargazos también puede afectar la salud.

Las plántulas se observan desde el 29 de septiembre en todo el Parque Nacional Litoral Sur, desde Boca Chica, hasta Güibia en Santo Domingo.