Houston (EE.UU.), 10 abr (EFE).- El científico nicaragüense Pedro José Álvarez, quien trabaja en la Rice University de Houston (Texas, EE.UU.), ha dedicado la mayor parte de su vida a desarrollar métodos para proveer agua de forma económica y eficiente y estima que el objetivo de suministrar agua potable es cada vez más difícil.

Receptor del Premio Clarke, otorgado por el Instituto Nacional de Investigación del Agua de EE.UU. por sus aportes en el campo de la nanotecnología, para este investigador el abastecimiento de agua a la humanidad es cada vez más difícil de lograr por el incremento poblacional y la frecuente contaminación ambiental.

"La realidad es que el cambio climático amenaza con exacerbar la escasez del agua y al mismo tiempo existen conflictos por sus diferentes usos, porque necesitas agua para producir alimentos", destacó a EFE, Álvarez, quien es decano de la Facultad de Ingeniería Civil y Ambiental de la Rice University de Houston.

El científico puso como ejemplos el hecho de que para producir "un kilogramo de carne necesitas 15.000 barriles de agua", o que en la extracción de minerales hagan falta 10 barriles del líquido elemento para producir uno de petróleo.

"El agua es el elemento vital para la supervivencia del hombre, pero también para la paz mundial y evitar conflictos serios en un futuro", agregó el científico, fundador de la Academia de Ciencias de Nicaragua.

Para Álvarez, existe en nuestra sociedad un desajuste en la manera en que se administra el precio del agua, como la embotellada a precios irrisorios comparada con la que se usa para fines recreativos.

Convencido de que el líquido elemento debería ser un derecho humano y, por ende gratuito, el nicaragüense ha dedicado su vida profesional a la purificación del agua con el uso de la nanotecnología; que es la manipulación de átomos y moléculas a escala muy pequeña.

A ese nivel, sostiene Álvarez, los materiales se comportan muy diferentes y algunas de sus propiedades cambian, como el carbono o el dióxido de titanio, que se usa como colorante de la comida.

Esos y otros materiales a escala nano permiten desarrollar absorbentes superiores que ayudan a remover en el agua contaminantes como arsénicos, en un proceso mucho más fácil y más barato.

"Entonces, la nanotecnología desarrolla materiales foto catalíticos que al exponerse a la luz solar producen radicales libres que eliminan bacterias y virus", acotó el científico.

El año pasado, Álvarez recibió el premio más importante otorgado por la Academia Estadounidense de Ingenieros y Científicos Ambientalistas (AAEES, en inglés), por una investigación sobre la proliferación a la resistencia de "súper bacterias" en plantas de tratamiento del agua.

En síntesis, lo que Álvarez y la facultad Ingeniería Civil de la Universidad de Rice han logrado, es tratar de manera selectiva el agua, como la utilizada en el campo energético a través del proceso de fracturación hidráulica (el "fracking").

Esa agua, explicó el científico, regresa a la superficie con una salinidad hasta ocho veces superior que el agua marina, además de contener contaminantes que podrían causar un impacto ambiental de grandes proporciones.

Para Álvarez, el agua no solo es el elemento que le ha dado a la humanidad su supervivencia, y por ello su meta es buscar nuevas tecnologías para el tratamiento descentralizado del agua, para desarrollar por ejemplo reactores o plantas movibles que puedan darle agua potable a comunidades en la frontera sur de Estados Unidos, donde hay escasez del líquido elemento.

"El agua salva más vidas que los doctores al recetar medicamentos o al practicar todos los ejercicios o comiendo lo más saludablemente posible. Nada tiene más impacto para aumentarte la vida que tomar agua purificada", culminó. EFE