SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El consultor municipal Waldys Taveras envió una carta al presidente, Danilo Medina, y al ministro de Turismo, Francisco Javier García, en la que advierte que está en ciernes "una campaña devastadora contra el turismo dominicano" si no se actúa contra el peligro de que las playas de Bávaro y Verón sean tomadas por las bacterias.
“La presencia de bacterias en las playas del Distrito Municipal de Bávaro y Verón”, dice la misiva es el “resultado del descenso de los lixiviados que se producen en el vertedero Guiri Gui, que recibe unas 400 toneladas diarias de residuos sólidos, de las aproximadamente 700 que produce la Provincia la Altagracia, las que un 60% son orgánicos y no reciben tratamiento y permanecen a cielo abierto”.
Taveras expone que “la situación del deterioro y peligro ambiental que representa el manejo inadecuado de la disposición final de los residuos sólidos (basura) en la provincia La Altagracia” se evidencia en que ya “comienzan a emanar lixiviados altamente contaminantes que están llegando a áreas de las playas, especialmente en la de Macao, situación que pone en peligro la industria turística del país”.
Solicita por ello que “disponga usted de los recursos económicos necesarios” para que los ministerios de Medio Ambiente, de Obras Publicas y de Turismo, en coordinación con las autoridades municipales, enfrenten esta situación “con carácter de urgencia” y “antes que se constituya en una emergencia ambiental”.
“El descrédito de la industria del turismo por situación de inseguridad ciudadana o por manejo de alimentos y bebidas pueden ser superables en poco tiempo y con pocos recursos, pero la campaña negativa por contaminación ambiental se recupera con una muy costosa inversión y a largo plazo”, por lo que “en sus manos está –remarca la carta- que sucumba o no el más importante polo turístico del país, que es lo mismo que decir en gran medida la economía nacional”.
El consultor municipal, que se presenta como exregidor del Distrito Nacional y técnico en administración municipal, sugiere que, “con carácter de urgencia”, se destine un 20% del pago “que por derecho a ingreso al país realizan los turistas en los aeropuertos de la zona este para la construcción de un relleno sanitario intermunicipal”.
También, para mantener operativa en la zona “una planta de tratamiento para las aguas servidas que genera la población de la zona turística”.
De no actuar de manera inmediata, remata la carta, “en pocos años el turismo del este colapsará por la contaminación de sus aguas, como colapsó Boca Chica y se afectó a Juan Dolio y Guayacanes”.