Madrid, España (EFE).- La máxima autoridad en la ciencia del cambio climático, el panel intergubernamental de expertos en esa materia de la ONU (IPCC, en inglés) solo contó con un 20 % de mujeres investigadoras frente a un 80 % de hombres en su último informe, y casi ninguna de ellas tuvo un puesto de responsabilidad.

Así lo pone de manifiesto un artículo publicado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS).

En el estudio dos investigadoras estadounidenses Miriam Gay-Antaki (Universidad de Arizona) y Diana Liverman (Universidad de Clark) exponen las conclusiones obtenidas tras entrevistar a cien de las 182 mujeres que participaron en el último informe del IPCC, entre ellas algunas científicas españolas.

Los informes que el IPCC produce cada cinco o seis años son decisivos para orientar las políticas de lucha contra el cambio climático a nivel nacional e internacional, pero aunque este organismo cada vez cuenta con más mujeres científicas para su elaboración, estas siguen siendo minoría.

Hast ahora, sólo tres mujeres, desde 1988, han ejercido esos roles; una cifra que mejorará en el siguiente informe, que se espera para 2021, en el que habrá ocho mujeres ejerciendo alguno de los 32 cargos de presidencia o vicepresidencia.

En el primer informe, de 1990, sólo participaron 12 mujeres (un 2 % del total); en el segundo de 1997 fueron 26 (un 5 %); en el tercero, de 2001, fueron casi 100 (un 21 %), y en el último de 2013 182, un 22 %.

Los trabajos para elaborar estos estudios se dividen en grupos temáticos, cuyos presidentes y vicepresidentes son quienes realmente llevan la voz cantante en los mismos.

Pues bien, hasta ahora, sólo tres mujeres, desde 1988, han ejercido esos roles; una cifra que mejorará en el siguiente informe, que se espera para 2021, en el que habrá ocho mujeres ejerciendo alguno de los 32 cargos de presidencia o vicepresidencia.

"A la mayoría de los científicos todavía les resulta inasumible que una mujer les dirija", afirma una de las entrevistadas.

Los investigadores seleccionados para elaborar los informes referencia en cambio climático son nombrados por la cúpula directiva del IPCC a propuesta de los gobiernos de sus países y no reciben sueldo alguno por su intenso trabajo, por lo que las autoras apuntan a los Ejecutivos nacionales como el primer foco de la discriminación.

Aunque la mayoría de las entrevistadas (82 %) afirma haberse sentido respetada en su trabajo, un 18 % señala que los procesos de decisión en el IPCC "están controlados por los hombres y que sus aportaciones raramente son tenidas en cuenta".

La mujeres advierten una discriminación por motivos de género, raza, nacionalidad, edad e idioma a la hora de que las aportaciones científicas sean tenidas en cuenta en los informes, y reconocen que las últimas cuatro barreras también afectan a los hombres.

El tipo de científico que más abunda en el panel es un hombre blanco estadounidense y angloparlante -el inglés es el idioma oficial de trabajo, aunque los informes resultantes sean traducidos-.

Además de que sus países las nominen, las mujeres citan la falta de tiempo y de dinero como otros dos grandes obstáculos para colaborar con los informes, ya que en muchos casos las instituciones para las que trabajan no les dejan tiempo para dedicarlo a los informes, y ni sus centros ni los gobiernos suelen colaboran en costear los viajes a donde tienen lugar las reuniones de trabajo.

Un 41 % de las científicas entrevistadas concluye que ser mujer es un impedimento para el liderazgo "porque los hombres promocionan a otros hombres", y un 43 % considera que las mujeres no están bien representadas en la comunidad científica que estudia del cambio climático. EFE