Una treintena de organizaciones, entre ministerios del Estado dominicano, entidades comunales, juntas de vecinos e instituciones no gubernamentales y otras, suscribieron aquí el Pacto de las Aguas, con la participación del teólogo Leonardo Boff y el ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde.

La actividad tuvo lugar en el parque La Mansión del Café, una zona ambientalmente preservada por la Asociación para el Desarrollo de Santiago (APEDI), entidad que organizó el recibimiento de Boff, su comitiva brasileña, los representantes del programa Cultivando Agua Buena y el ministro Isa Conde.

El pacto constituye una declaración de compromiso con el desarrollo integral y sostenible de las comunidades situadas en la parte alta de la microcuenca del Arroyo Gurabo, una de las zonas de ejecución del programa Cultivando Agua Buena, coordinado por el Ministerio de Energía y Minas, con la participación de otras instancias públicas, privadas y de la sociedad civil.

Al hacer uso de la palabra en el evento, el teólogo Boff saludó la dimensión ecológica de los participantes en el programa Cultivando Agua Buena, que cumple un año en la República Dominicana, y los instó a ver la tierra “como una casa común, que se ama, se cuida y se venera.”

Por su lado, Isa Conde sostuvo que la presencia de Boff en el país ha permitido “sembrar conciencia” contra la depredación, el ataque al ambiente y, particularmente al agua que –desde su punto de vista- vale más que el oro.

Boff saludó la dimensión ecológica de los participantes en el programa Cultivando Agua Buena, que cumple un año en la República Dominicana, y los instó a ver la tierra “como una casa común, que se ama, se cuida y se venera.”

Cultivando Agua Buena es un modelo de desarrollo sostenible reconocido por las Naciones Unidas, que es apadrinado por Boff y que cuenta con el apoyo técnico y financiero del gobierno de Brasil, la Agencia Brasileña de Cooperación, la Agencia Nacional de Aguas y la empresa estatal Itaipú Binacional.

El convenio multisectorial recoge las aspiraciones de las comunidades identificadas mediante un proceso participativo que incluyó un taller denominado el Muro de los Lamentos, con una lista de los problemas y otro denominado el Árbol de la Esperanza, en el cual se propusieron soluciones y aspiraciones.

Durante el acto se hizo una reseña de los procesos realizados hasta la fecha en la microcuenca del Arroyo Gurabo, una representación de las místicas de los elementos del universo (agua, tierra, fuego y aire) y de la paz, personificados por habitantes de las comunidades.

Asimismo, se presentó una poesía coreada por un grupo de estudiantes, representaciones culturales de la zona y un baile folclórico y de carnaval a cargo del ballet del Centro de la Cultura de Santiago.