Río de Janeiro, 1 dic (EFE).- Los fondos públicos destinados a descontaminar la Bahía de Guanabara, que baña la zona norte de Río de Janeiro y en la que se disputarán las competiciones de vela de los Olímpicos de 2016, se malgastan impunemente, afirmó el biólogo que más se ha destacado por el cuidado de las aguas en esta ciudad.

En opinión del biólogo brasileño Mario Moscatelli, uno de los científicos más combativos en la defensa del medio ambiente en Brasil, los responsables por fiscalizar el uso de esos recursos "o lo hace mal o no lo hacen".

Solo así, afirmó Moscatelli a Efe, se puede entender que pasados 20 años y gastados más de 1.200 millones de dólares, la Bahía de Guanabara siga siendo "una enorme letrina y un gran cubo de basura".

El biólogo alega que la limpieza de los ríos que desembocan en la bahía, en la que concentran sus esfuerzos las autoridades actualmente, es insuficiente.

En su opinión, se necesitan "al menos cinco unidades de tratamiento y un trabajo intensivo de recuperación y limpieza" para cumplir el compromiso que asumió el gobierno regional de Río de Janeiro de sanear el 80 % de las aguas de la Bahía de Guanabara hasta 2016.

Tal compromiso fue hecho ante el Comité Olímpico Internacional cuando Río de Janeiro fue escogida como sede de los próximos Juegos Olímpicos.

Según Moscatelli, las principales acciones para descontaminar la bahía fueron dejadas para los próximos 32 meses, hasta los Olímpicos de 2016, lo que le hace tener "una fuerte expectativa y mucha angustia de que se pierda el poco tiempo que falta".

A día de hoy, afirma, "la situación es dramática en grandes áreas de la bahía, como en el Canal de Fundão, "prácticamente desprovistas de vida debido al exceso de residuos muy contaminados depositado por los ríos y que llegan a los manglares, que son ecosistemas fundamentales para la conservación de la biodiversidad".

El problema de fondo, alega Moscatelli en sus declaraciones a Efe, es que "la Bahía de Guanabara se ha transformado en un ítem importante para la industria de la degradación".

De acuerdo con el biólogo, desde hace años se destinan cantidades de dinero astronómicas, programa tras programa, sin que se alcancen los resultados esperados.

"¿Quién me garantiza -se pregunta el biólogo- que este nuevo Plan de Descontaminación de la Bahía de Guanabara será fiscalizado?".

La desgracia de la bahía, agrega, es que se ha convertido "en una 'gallina de los huevos de oro' para los malos administradores públicos".

Por esa razón exige proyectos, cronogramas, buena gestión y fiscalización, y pide que "quien no use adecuadamente los fondos públicos, vaya a la cárcel, porque aquí en Brasil no falta dinero; lo que falta es vergüenza". EFE