SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las querellas judiciales presentadas por varias personas, que dicen ser afectadas por las operaciones de la minera Barrick Pueblo Viejo, no se corresponden con el comportamiento de esa empresa, que ha sido ya auditada en por lo menos 156 ocasiones por inspectores de diversas entidades estatales.

La afirmación la hicieron Jorge Esteva, gerente de comunicaciones, y Juana Barceló directora Legal, quienes mostraron documentos que certifican que la firma no expide desechos químicos que puedan dañar la salud de las personas o de los animales ni del medio ambiente.

Expresaron que en las 156 inspecciones, de las cuales 52 corresponden al Ministerio de Medio Ambiente, no se encontraron debilidades ni se produjeron llamados de atención o amonestaciones, porque la firma minera cumple cabalmente con todas sus obligaciones de protección y de responsabilidad social y apoyo a las comunidades donde opera.

Explicaron que la empresa tiene una planta especial para la destrucción del cianuro que utiliza en la extracción y procesamiento del oro, y que hasta el momento se ha cumplido al pie de la letra con todos los estándares acordados con las autoridades.

Dijeron que mantienen una relación de transparencia con las comunidades, que incluye la realización de por menos 7 monitoreos de las operaciones con la presencia de líderes comunitarios y funcionarios gubernamentales. Esos monitoreos incluyen el estudio de las aguas, los vertidos, el ruido y el polvo que se expide. En ninguno de los monitoreos ha habido debilidades que pudieran cuestionarse a la empresa.

"En cada ocasión que se realiza un monitoreo, que incluye estudios de laboratorios, se incluyen los resultados del estudio anterior, dijeron, de modo que toda la comunidad esté informada adecuadamente de lo que hace la empresa".

Explicaron que al momento de Barrick llegar al lugar había una contaminación como resultado de las operaciones de Rosario Dominicana, y que esa empresa ha impactado positivamente el pasivo ecológico que existía allí, comprometiéndose a invertir 75 millones de dólares, para recuperar 180 mil metros cúbicos de suelos contaminados y revegetando más de 3,500 tareas de tierra, con lo que ya comienza a mejorar la calidad de las aguas de los ríos afectados durante más de 20 años.