SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Científicos advirtieron hoy sobre la importancia de acabar con las connotaciones negativas que existen a nivel cultural y social sobre los anfibios y los reptiles, ya que estos animales son muy importantes para el equilibrio del hábitat y contribuyen al control de plagas y enfermedades.

Así lo puso de manifiesto, en declaraciones a Efe, el experto del Zoológico de Filadelfia Carlos César Martínez, que participa en el primer encuentro para Conservación de Anfibios y Reptiles del Caribe, durante el cual se ha constituido la primera alianza destinada a este objetivo, la Carib-PARC (por sus siglas en inglés).

El encuentro, promovido por científicos e instituciones de República Dominicana, Puerto Rico, Haití, Colombia, Islas Vírgenes y Estados Unidos, pretende dar respuesta a la gran preocupación que hay en todo el mundo por el peligro de extinción en el cual se encuentran una gran parte de estas especies.

Al menos la mitad, según los expertos, cuyos cálculos y estudios apuntan a que, en el caso de los anfibios, unas 122 especies ya se han extinguido.

En el caso de la isla La Española, que comparten la de República Dominicana y Haití, están en peligro de extinción el ochenta por ciento de los anfibios, es decir, que 71 especies endémicas de anfibios y tres introducidas, corren "grave" peligro de desaparecer, por diversas causas.

Las personas, aquí en el Caribe, "cuando ven un sapito, una serpiente o una lagartija salen corriendo" o los matan, y estos animales se asocian con cosas negativas, como las ranas que se vinculan al fraude o al engaño, apuntó Martínez, que también aludió a la imagen que en la Biblia se da de la serpiente.

Sin embargo, son animales "muy importantes", tienen la misión de "regular las plagas" porque se alimentan de insectos que transmiten enfermedades al hombre y al ganado y que, además, dañan los cultivos.

Estas especies forman parte de una cadena alimenticia, a su vez sirven de alimento para otros animales, principalmente pájaros, cuya supervivencia también depende de estas presas.

Además, los anfibios cuentan con una barrera química natural para protegerse y, aunque en algunos casos pueden resultar tóxicos, en realidad, esas sustancias que recubren su piel pueden servir para curar enfermedades.

Hasta ahora no se han estudiado esos agentes químicos, pero si los anfibios que los poseen desaparecen, con ellos "se estará perdiendo un importante acerbo" de cara a la búsqueda de nuevos fármacos, explicó el científico.

La cita celebrada en el Museo Nacional de Historia Natural de Santo Domingo, cuenta con el apoyo del Zoológico de Filadelfia, el Grupo Jaragua, Durrell Wildlife Conservation Trust, y la Sociedad Audubon Haití, y está apadrinado por la minera Barrick Pueblo Viejo, como parte de su Programa de Compensación de Biodiversidad.

La empresa canadiense, que se dedica a la explotación de recursos mineros en la provincia Sánchez Ramírez, en el centro del país, promueve estudios a nivel local y nacional, y la monitorización de las comunidades de anfibios y otros grupos de fauna autóctona en el área cercana a la compañía.

Su asesor de biodiversidad en la zona, Pedro Gálpez, explicó que el programa de compensación de la empresa está apoyando la conservación de las especies locales, tanto sobre el terreno como en centros de cría en cautividad especializados, donde se realizan estudios.

Según explicó Gálvez, los anfibios de todo el mundo sufren de los mismos males, empezando por la modificación de sus hábitats por diversos motivos, principalmente por la mano del hombre, factor que se suma a la existencia de un hongo que está afectando a determinadas especies, hasta el punto de que algunas ya se creen extintas. EFE