Moscú, 27 sep (EFE).- Los dos activistas argentinos de Greenpeace contra los que la Justicia rusa dictó dos meses de prisión preventiva "están bien", según informaron a Efe fuentes diplomáticas argentinas.

"Ellos están bien. Los diplomáticos argentinos están en permanente contacto con ellos en Múrmansk", puerto ruso, señaló una portavoz de la legación diplomática argentina en Moscú.

El tribunal Léninski de Murmansk dictó la víspera dos meses de prisión preventiva contra los argentinos Miguel Hernán Pérez Orz y Camila Speziale en calidad de sospechosos de un delito de piratería.

Los dos argentinos viajaban el jueves de la pasada semana abordo del rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace, varios de cuyos activistas intentaron encadenarse a la plataforma "Prirazlómnaya" del gigante energético ruso "Gazprom" en el mar de Pechora (Ártico).

Entonces, los servicios de guardia fronteras rusos abrieron fuego de advertencia contra el "Arctic Sunrise", abordaron el buque, lo apresaron y lo remolcaron hasta el puerto de Murmansk, donde la Justicia acusó a los activistas de piratería.

Entre los activistas condenados a prisión preventiva figuran también ciudadanos de Rusia, Francia, Turquía, Polonia, Suecia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido, Australia, Estados Unidos e Italia.

Greenpeace ha tachado de "ilegal" la detención de sus activistas y de "absurda" la acusación de piratería, que en este país se castiga con hasta 15 años de cárcel.

El tribunal también prorrogó a 72 horas la detención del resto de la tripulación del "Arctic Sunrise", entre los que se encuentra la ciudadana brasileña, Ana Paula Alminhana Maciel, de 31 años.

La Embajada brasileña en la capital rusa declinó hoy informar sobre el estado de su compatriota, aunque confirmó que está en permanente contacto con un diplomático brasileño desplazado a Múrmansk.

Esta semana el presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció que los activistas de Greenpeace no eran piratas, aunque aseguró que habían infringido la ley y abogó porque los ecologistas utilicen métodos civilizados para expresar sus demandas. EFE