SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD) valora como altamente positiva la  decisión del  Presidente de la República, Danilo Medina, de desistir en la construcción de la carretera Santiago-San Juan, comunicada por el Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Gonzalo Castillo. 

“Para esta institución científica hubiese sido de mayor satisfacción que el argumento esgrimido para desistir de esta obra no solo fuera el aspecto económico y el tiempo de ejecución, sino también tomando en consideración los graves daños que esta obra iba a provocar a dos Parques Nacionales emblemáticos, a amplias zonas boscosas, a importante fuentes acuíferas, y a la rica diversidad de flora y fauna que alberga esta frágil región de la Cordillera Central”.

“Es conveniente recordar que en un documento técnico elaborado por esta Academia, se enfatizó sobre los graves problemas de sedimentación de ríos y presas que son alimentadas por las fuentes acuíferas que nacen en esa región montañosa”.

En el caso particular de la Presa de Sabaneta, expresó que se pondría en peligro el suministro de 6.35 megavatios de energía hidroeléctrica que ella genera, así como el agua con la que se irrigan unas 300 mil tareas de tierra y el abastecimiento del acueducto del rio San Juan. Advirtiendo además, que inmediatamente una zona es atravesada por una carretera era indetenible el proceso de ocupación y depredación de los bosques, fenómeno que ha ocurrido en todas las vías construidas en nuestro país, en la región del Caribe y en Centro América.

La Academia entienden que en todas estas carreteras, los agricultores, ganaderos, terratenientes y comerciantes inescrupulosos de bienes raíces propician asentamientos en todo el trayecto, formando  cordones de miseria, ampliando indebidamente la frontera agrícola, contaminando las aguas en lugares insospechados, arruinando el paisaje y convirtiendo exuberantes zonas boscosas en eriales desolados.

“Para la República Dominicana y para el gobierno no era aconsejable embarcarse en una obra de esta naturaleza con tantas incertidumbres, carente de informaciones y estudios básicos, razón por la que valoramos como muy positiva la decisión presidencia”.

La institución dijo además que “dada las condiciones críticas en que se encuentran las cuencas altas de la Cordillera Central, nos permitimos sugerir que se amplíen los proyectos de conservación y reforestación de esas montañas para asegurar un flujo permanente de agua para las presas y acueductos que se nutren de los ríos que nacen en esa región, para lo cual la Academia de Ciencias pone a disposición sus especialistas en el área”.