GETAFE, España.- (Juan José Lahuerta).- Con un doblete en el tramo final del choque ante el Getafe (1-2), el uruguayo Luis Suárez resucitó al Atlético de Madrid, en la UTI hasta los instantes finales frente a un equipo que tiró su trabajo por la borda con la expulsión de Carles Aleñá cuando a falta de 26 minutos ganaba 1-0 y tenía el partido controlado.

El delantero uruguayo se erigió como el hombre clave del cuadro rojiblanco. En dos zarpazos, cuando el Atlético parecía destinado a perder puntos, apareció para convertirse en el salvador de sus compañeros.

Y es que el conjunto rojiblanco necesitaba dar un puñetazo encima de la mesa después de tres empates consecutivos (uno en la Liga de Campeones) y de acumular dos encuentros seguidos sin marcar. A priori, se enfrentaba al equipo que tenía más papeletas de perder: el Getafe. Ni la historia ni su inicio en Liga daban pie a nada bueno para el equipo de Míchel.

Después de cinco derrotas seguidas, sin puntos, con un solo gol a favor, con lesionados importantes (Jakub Jankto, Mauro Arambarri, Vitolo o Erick Cabaco) y con unas estadísticas deprimentes frente al Atlético (acumulaba 19 partidos y casi diez años sin ganar ni marcar un solo gol), el Getafe, a ojos del mundo, era un derrotado fijo antes del inicio del choque.

Diego Simeone tampoco andaba bien de efectivos en la zona de creación. Con Koke Resurrección, Kondogbia y Lemar ausentes, apostó por sentar a Rodrigo de Paul para colocar a Héctor Herrera. El medio mexicano fue de lo más correcto de un equipo gris, romo y sin ideas. Sobre todo en la primera parte, en la que apenas gozó de una ocasión, casi al final y en las botas de Luis Suárez después de un error de Djené Dakonam.

La única ocasión clara del cuadro rojiblanco en los primeros 45 minutos llegó después de una cesión corta del central togolés que acabó en la bota derecha de Luis Suárez. Su volea, la salvó David Soria y el rechace lo recogió Ángel Correa, que se encontró con la pierna de Juan Iglesias tras un remate que iba camino de abrir el marcador.

Ese fue el único instante de inspiración atlética en un acto inicial en el que el Getafe tampoco hizo nada espectacular. Bastante tenía con aguantar bien al vigente campeón y con lidiar con la presión. Por lo menos, guardó la compostura y el orden. Sólo José Juan Macías, hasta el cabezazo de Stefan Mitrovic, creó algo de inquietud cerca del área de Jan Oblak.

El mexicano demostró buena movilidad y buen juego de espalda. Pero su puntería dejó bastante que desear. Y, con ese panorama, cuando el duelo estaba destinado a llegar al descanso sin goles, apareció Mitrovic para rematar de cabeza el primer gol del Getafe al Atlético en diez años.

Así se fue al descanso el Atlético, con un tanto en contra y con síntomas preocupantes. El gol, que tanto se le resiste últimamente, no tenía pinta de llegar. Y menos con Antoine Griezmann desaparecido en combate y sustituido por Cunha a falta de 23 minutos. El delantero francés acumula cuatro participaciones erráticas en su segunda etapa como rojiblanco.

En ese minuto, el 66, el Getafe seguía vivo, agazapado atrás y a la espera de un contragolpe para sentenciar el encuentro. El Atlético, mientras, sólo encontraba la portería de Soria en alguna ocasión esporádica, como la que protagonizó Luis Suárez con un cabezazo al larguero. El muro del Getafe, con cinco defensas, funcionaba.

Y entonces, Aleñá, desestabilizó el duelo con una patada innecesaria sobre Cunha. Dejó sus tacos en el gemelo derecho del brasileño y el VAR sentenció al canterano azulgrana. Se fue a la calle y el Getafe, con un hombre menos, se desestabilizó durante unos minutos que Luis Suárez aprovechó para no fallar.

El ariete uruguayo es un obrero del gol. Tiene oficio. Y lo difícil, lo hace fácil. A falta de diez minutos recogió un centro de Mario Hermoso y con una facilidad pasmosa controló y remató para empatar el encuentro. Dos toques, gol y a por el Getafe, que aún podía rescatar un punto, pero tenía que aguantar la tormenta que se le avecinaba.

Curiosamente, resistió bien. Incluso pudo marcar el segundo con un remate de Enes Ünal que sacó Oblak con una buena mano. Mientras, el Atlético, pecó de ansiedad. Acabó mandando balonazos al área de Soria, que sacó todas las pelotas. Todas, menos una, la que agarró Luis Suárez en el minuto 91 para cabecear a la red un gol que valió oro para el Atlético de Madrid y que castigó al Getafe.

 "Cualquiera habría sacado a Suárez… e hizo dos goles"

Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, enfatizó este martes, tras la victoria por 1-2 ante el Getafe, que "cualquiera habría sacado" a Luis Suárez del campo "e hizo dos goles", al tiempo que apuntó a "situaciones" que han generado al equipo "no poder estar" como le gustaría.

"No hay excusas, pero hay situaciones que al equipo le han generado no poder estar posiblemente como nos gustaría estar y hay que acompañarlo. En el partido hubo momentos de falta de intensidad, agresividad, dinamismo ofensivo y se llegó a un partido plano, en el que apareció el gol de ellos, pero nos hizo ver la realidad", dijo.

"Hablamos en el entretiempo y creo que el segundo tiempo ya, más allá de los dos goles con uno más, se vio al equipo de otra manera con otra intensidad, más dinámicos, más contundentes. Y a esperar que la forma de cada uno de nuestros jugadores aparezca", abundó el técnico, que ejemplificó alguna de las situaciones de las que habló.

"Ustedes hablan siempre de los delanteros. Les puedo representar un poco lo que le ha pasado a los cuatro. Cunha ha llegado hace poco y ha jugado las Olimpiadas. Correa llegó antes de empezar la Liga, enseguida lo pusimos, rindió bien los dos primeros partidos, se fue 15 días con la selección, volvió y otra vez está empezando a encontrar continuidad de juego. Luis Suárez vino el último también, cuando empezó a tomar ritmo de juego se tuvo que limpiar la zona esa de la pierna y obviamente le retrasó en su preparación y está volviendo a lo que es él", explicó.

"Antoine (Griezmann) ha tenido el regreso al Atlético de Madrid tan querido por él y está en la situación de volver a ser el que fue para este equipo. Y Joao (Félix) no recuerdo un partido titular en cuatro meses, se ha recuperado del tobillo, pero no es la preparación mejor para poder competir. Hay que tener continuidad, trabajar y hay que esperar, como hoy. Cualquiera hubiera sacado a Suárez… e hizo dos goles", continuó.

Y habló de forma específica de Griezmann: "Estaba con muchísimo entusiasmo con volver a nuestro equipo y está ahora en el proceso de adaptarse a este nuevo Atlético que no es aquel en el que estuvo, pero tenemos la fortuna de tener a Griezmann con nosotros y no tengo ninguna duda de que rendirá como esperamos".

En esa etapa en la que el atacante francés estuvo en el Barcelona, el equipo rojiblanco ha "variado". "Tiene mayor juego asociativo y necesita jugar también ofensivamente bien colocado. Y en ese camino estamos para que se adapten todos", añadió Simeone, que insistió en que depende de su equipo mejorar la "intensidad" que le ha faltado en los primeros tiempos ante el Getafe y el Espanyol. EFE

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