NUEVA YORK, EEUU.- El austríaco Dominic Thiem continuó implacable su avance en el Abierto de EE.UU. tras vencer sin problema este jueves al indio Sumit Nagal en tres sets, pero reconoció que se nota la ausencia de público en el estadio principal Arthur Ashe, lo que hace el juego más duro y triste.
"Es duro y también un poco triste, por supuesto. Intento empujarme más a mí mismo, porque normalmente los fans te ayudan mucho en eso", explicó Thiem, que hoy cumplió 27 años.
"En momentos negativos, la energía de los fanáticos te puede levantar. En momentos positivos, hoy creo que hubo muy buenos puntos y en tu cabeza está la sensación o la memoria de que si juegas un buen punto, el estadio se vuelve loco. Ahora juegas un buen punto y hay un silencio absoluto", explicó.
Thiem se mostró cauto ante su próximo duelo contra el croata Marin Cilic, de 31 años y 38 del mundo, y aseguró que está "infravalorado" porque "ha logrado casi todo lo que se puede lograr como jugador de tenis".
Además lo describió como "uno de los mejores jugadores de la última década".
"Aunque no esté en lo mejor de su carrera, al principio de este año y quizás el año pasado, siempre es peligroso en estos grandes torneos. No es un tipo al que me quiera enfrentar en tercera ronda y es un excampeón. En un buen día puede vencer a cualquiera, va a ser difícil", comentó.
Y hablando de campeones, Thiem quiso recordar su partido de cuartos de final de 2018 contra el español Rafael Nadal, que este año no ha acudido a defender el título a Flushing Meadows por el coronavirus, un evento que duró casi cinco horas y que considera "uno de los tres mejores" de su vida.
"Es decididamente algo que recordaré siempre. Me gusta ver los destacados o a veces incluso el partido entero si estoy aburrido o quiero revivir la sensación", agregó el austríaco sobre su encuentro con Nadal, que le dio "un enorme impulso el resto de la temporada".
Medvedev: "Jugar contra un estadounidense en EEUU sin público es una ventaja"
El tenista ruso Daniil Medvedev, uno de los favoritos del Abierto de EE.UU., jugará la tercera ronda del Grand Slam contra el joven estadounidense J.J. Wolf, sobre el que valoró su rápido ascenso en los ránkings y consideró una "ventaja" enfrentarlo sin público, aunque matizó que echa de menos el jaleo de los seguidores.
Medvedev, de 24 años y tercer cabeza de serie, venció en tres sets al australiano Christopher O’Connell porque mantuvo el "control" del primer set y no perdió su saque en los siguientes, según explicó en la rueda de prensa posterior.
Sobre Wolf, de 21 años y que esta jornada eliminó al español Roberto Carballes, Medvedev dijo que hace dos o tres años no sabía quien era pero lo vio "jugar las calificatorias y perdió contra alguien bastante fuerte por 7-6, 7-6″, lo que le sorprendió porque en ese momento estaba lejos en la clasificación mundial, en torno al 800.
"Ahora está en el top 100 o cerca y está jugando un gran tenis así que espero un gran partido. Intentaré hacerlo lo mejor posible. Y claro, enfrentarme a un estadounidense en EE.UU. sin público es una ventaja, es normal", apostilló.
No obstante, el ruso, que el año pasado disputó la final y perdió ante el español Rafael Nadal, reconoció que competir sin público "es triste", especialmente por la noche y en un gran estadio.
"Hoy estábamos jugando con el techo cerrado, estaba lloviendo fuera y lo podías sentir, lo podías escuchar. Solo estaban nuestros entrenadores en la cancha. Es duro y triste, pero es como se hace en todos los deportes del mundo ahora", sostuvo el deportista, quien al menos desea que "los fans de todo el mundo estén disfrutando viendo el tenis en la televisión".
Quinto en la clasificación mundial, Medvedev aseguró que la clave para avanzar en el torneo es la "consistencia" porque hay que ganar tres sets en cada partido, y dependiendo de cuándo se empiece hay que ganar "unos cuatro partidos si quieres sentirte realmente en la segunda semana, en los cuartos de final".
"Si no eres consistente no puedes, porque perderás una de las rondas. Por eso son duros los Grand Slam", señaló. EFE