Redacción Deportes (EEUU), 11 may (EFE).- El conflicto surgido entorno a unos comentarios despectivos contra los negros que hizo el dueño de Los Ángeles Clippers, Donald Sterling, en una conversación privada, grabada sin su consentimiento, hizo que el protagonista de los mismos pidiese "perdón" públicamente y reivindicase que no era "racista".
El multimillonario Sterling, de 80 años, que ya ha sido apartado a perpetuidad de la dirección del equipo por orden del comisionado de la NBA, Adam Silver, además de multarlo con 2,5 millones de dólares y de adelantar que buscará forzarlo a que venda la franquicia, en declaraciones ofrecidas a la cadena de televisión "CNN", se disculpó por los comentarios y dijo que habían sido "un terrible error".
Pero también reivindicó que no se consideraba de ninguna de las maneras un racista o que estuviese en contra de los negros o de cualquier otra minoría.
"No soy racista", le dijo Sterling al periodista Anderson Cooper, de la cadena CNN, en una entrevista grabada el domingo y que será transmitida el lunes. "Cometí un terrible error. Estoy aquí para disculparme".
La declaración de Sterling es la primera que hace en público desde que fue expulsado de la NBA y argumentó que después de años de haber mostrado una buena conducta como dueño debería tenerse en cuenta de cara al futuro.
"Soy un miembro bueno que cometió un error", valoró Sterling. "¿No tengo derecho a cometer un error, luego de 35 años? Yo amo mi liga, amo a mis socios. Es un error terrible, y no lo volveré a hacer".
La entrevista se da dos semanas después que Silver tomó la decisión de expulsar a Sterling y todo el aparato legal de la liga ya trabaja en la operación de forzar al dueño de los Clippers a vender el equipo, que consiguió en 1981 y que se calcular que ahora podrá tener un valor superior a los 1.000 millones de dólares.
Sterling también explicó que no había pedido antes las disculpas públicas porque estaba "emocionalmente perturbado", al darse cuenta que se había equivocado.
"La razón por la que todo es muy difícil para mí es que me equivoqué", valoró Sterling. "Yo causé el problema. No sé cómo corregirlo".
Más adelante, añadió que "si los dueños sienten que merezco otra oportunidad, me la darán".
Los comentarios de Sterling se produjeron el mismo día en el que la cadena "ABC News" también dio a conocer fragmentos de una entrevista que su esposa, Shelly Sterling, de la que está separado, concedió a la veterana y prestigiosa periodista Barbara Walters.
Shelly Sterling dijo que ella pelearía para retener su 50 por ciento que tiene en la propiedad del equipo y que tratará de conseguirlo de forma "amigable", pero que si no se diese de tal manera entraría de lleno el aparato legal.
"Voy a pelear esa decisión", declaró Shelly Sterling. "Para ser honesta, me pregunto: si una esposa de uno de los dueños (en la NBA), y hay 30 dueños, hiciese algo similar, dijese los mismos epítetos racistas, ¿expulsarían a su esposo? ¿O lo dejarían?".
"No veo por qué debo ser castigada por sus acciones".
Pero de inmediato, el portavoz de la NBA, Mike Bass, declaró que Shelly Sterling no podrá seguir como copropietaria de los Clippers y su argumento fue de tipo reglamentario.
Bass explicó que, de acuerdo con las reglas operativas de la NBA, "si la participación controlada por un dueño se extingue por la votación de tres cuartas partes (de los otros propietarios), automáticamente debe cesar también la inversión de otros participantes".
Algo que el Pierce O’Donnell, abogado que representa a los intereses de Shelly Sterling, consideró que no es tan fácil de ejecutar.
Una opinión legal que también comienza a ser tenida en cuenta por el resto de los dueños de la NBA que han entrado en un "mutismo" completo al ver que el asunto puede "complicase" si el mismo entra de lleno en la disputa legal.
"ABC" dio a conocer fragmentos iniciales de la entrevista con Shelly Sterling, y planeaba transmitir el resto el lunes.
Shelly Sterling también explicó que ella "eventualmente" se divorciará de su esposo, y que no lo había hecho por razones financieras, aspecto al que su abogado O’Donnell puso números al decir que estarían en juego unos 400 millones de dólares en el apartado de los impuestos.
"En los últimos 20 años he estado hablando con abogados sobre un divorcio", comentó Shelly Sterling. "Firmé una petición de divorcio. Iba a presentarla. Y entonces, mi asesor financiero y mi abogado me dijeron 'Ahora no'".
Sin embargo, de momento, nada de los nuevos acontecimientos que se han producido en torno al asunto ha hecho cambiar la posición "inamovible" de los jugadores de la NBA, quienes a través del alero estrella LeBron James, de los Heat de Miami, han reiterado que "nadie de la familia Sterling" debe seguir como dueño del equipo.
Se desconoce si James tiene algún tipo de asesoría jurídica por parte del sindicato de jugadores o si su posición, como la voz del resto de los profesionales de la NBA, se debe más a un "deseo y compromiso personal" ante el caso de racismo, que a un posición "racionalizada" y con "base legal".