HOUSTON, EEUU.- El protagonismo de los toletes latinoamericanos volvió a estar presente en las Series Divisionales de la Liga Nacional, aunque con suertes opuestas en los resultados que tuvieron sus respectivos equipos.
La cara de la moneda la protagonizaron los dominicanos Juan Soto y Marcell Ozuna, mientras que la cruz fue la del puertorriqueño Enrique Hernández.
Soto fue uno de los tres peloteros decisivos que tuvo la ofensiva de los Nacionales de Washington a la hora de protagonizar la remontada que les permitió conseguir la victoria por 7-3 sobre Los Dodgers de Los Ángeles, para quienes Hernández conectó de vuelta completa.
El dominicano se convirtió en pieza clave en la victoria de los Nacionales, que consiguieron un boleto para la serie de campeonato del Viejo Circuito cuando no eran los favoritos y además llegaron a la parte alta de la octava entrada con una desventaja de 1-3 en la pizarra y al zurdo estelar Clayton Kershaw en el montículo por los Dodgers.
Soto, de 20 años, que tuvo de 4-2, terminó con dos remolcadas y dos anotadas, desapareció la pelota del campo en el octavo episodio clave para la victoria de los Nacionales.
Con su batazo de vuelta completa, el dominicano ayudó a los Nacionales a remontar la pizarra para más tarde conseguir la victoria.
Soto silenció con el poder de su bate a los 54.159 espectadores que se dieron cita en el Dodger Stadium, al mandar la pelota a la calle.
También había sido decisivo al impulsar la primera carrera de los Nacionales en la parte alta de la sexta entrada con sencillo productor.
Antes que Soto pegase el cuadrangular del empate a 3-3 en la pizarra, había llegado el bambinazo solitario del tercera base hispano, el houstoniano Anthony Rendón, quien también castigó a Kershaw, que salió como relevista para asegurar la victoria y se encontró con dos cuadrangulares solitarios consecutivos monumentales, que pusieron el empate en la pizarra y comenzaron a cambiar la historia del partido.
Por los Dodgers, Hernández también botó la pelota fuera del parque sin corredores en circulación para darle a los Dodgers la ventaja parcial de 3-0 en la parte baja de la segunda entrada.
En Atlanta, el guardabosques Ozuna participó activamente en el ataque demoledor de los Cardenales de San Luis, que apalearon 13-1 a los Bravos de Atlanta después de haber anotado 10 carreras en el primer episodio, una nueva marca en las Grandes Ligas en la competición de la fase final.
Ozuna, juntó con Tommy Edman, Dexter Fowler y Kolten Wong dieron imparables impulsores desde la caja de bateo del SunTrust Park.
El dominicano conectó tuvo de 4-1 y terminó con una carrera remolcada y llegó dos veces a la caja registradora.
"Fue una locura", manifestó Ozuna. "Tuvimos una buena oportunidad y la aprovechamos".
Ozuna reconoció que vivir una experiencia de 10 anotaciones en una primera entrada de partido y con 14 compañeros que estuvieron en circulación era algo muy especial, que jamás "olvidaría".
Mientras otro de los grandes triunfadores de la jornada fue el manejador puertorriqueño de los Nacionales, Dave Martínez, que volvió a dejar en todo lo alto a los pilotos latinos y tomó el relevo de su compatriota Alex Cora, quien el año pasado se convirtió en la gran figura técnica de los Medias Rojas de Boston a los que lideró al título de la Serie Mundial.
"Todo el equipo tuvo confianza, pero sobre todo convencimiento que íbamos a luchar hasta el final y aprovechar al máximo nuestras posibilidades y eso fue lo que sucedió en el diamante", destacó Martínez. "Ahora debemos disfrutar de este momento y mañana pensar ya en el nuevo reto que será la Serie de Campeonato frente a los Cardenales".
Martínez, al igual que sucedió contra los Dodgers, es consciente que llega al duelo ante los Cardenales sin ser los favoritos y la ventaja de campo, pero eso era algo que para nada le preocupaba ya que lo importante era disputar la Serie de Campeonato. EFE