SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desde 1999, el Programa de Apoyo a los Atletas de Alto Rendimiento, Nuevos Valores e Inmortales (PARNI), creado por el Ministerio de Deportes, ha servido como un incentivo para los atletas dominicanos que desean poner a disposición del país su talento y preparación.

Este programa, que consiste en una ayuda económica que oscila entre los dos mil y nueve mil pesos mensuales, significa para muchos jóvenes de escasos recursos, una colaboración que les permite amortiguar ciertos gastos mientras dura su entrenamiento.

Sin embargo, quejas por parte de algunos atletas sobre la entrega de esta contribución han puesto una sombra sobre el plan, del que afirman, no llega a manos de los atletas de forma íntegra.

Tal es el caso de Reina Paulino de la Cruz, medallista Olímpica y ganadora de múltiples reconocimientos a lo largo de su carrera como luchadora, quien acusa a miembros de la Federación Dominicana de Lucha Olímpica de quitar parte del monto asignado a los atletas, bajo la excusa de que el dinero sería compartido entre los compañeros que no poseen la referida asignación.

“Uno cobra el dinero a su nombre, pero uno tiene que darlo, no sé cómo es ahora, había que repartirlo entre todas. A unas más que otras, pero había que repartirlo entre todas. El cheque no era especialmente de quien lo ganaba o porque estaba a su nombre. Yo no veo bien eso”.

Reina, quien ahora vive en Estados Unidos, cuenta que inició su camino en la Lucha Olímpica en 2002, después de asistir a la celebración de unos Juegos Militares en la Capital, tras ser vista por uno de los entrenadores de la Federación de Lucha y que determinó que contaba con el físico para practicar con dicho deporte obtenido gracias a sus años de entrenamiento en atletismo, participando un año después en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, donde ocupó el cuarto lugar en la categoría de 55 kilos.

A través de la línea telefónica, cuenta que gracias a su nivel se convirtió en una de las pocas atletas femeninas en asistir a las competencias para representar al país, obteniendo medallas.

“Me dediqué solo a la Lucha. Siempre que viajaba traía medalla”, asegura, convirtiéndose en ese momento en atleta del año hasta el 2006, fecha en la que viaja a Cartagena de Indias, Colombia, donde obtiene una medalla de plata.

Sin embargo, narra que ese viaje se convirtió en el primer paso en su salida de la Federación como luchadora.

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Explica que a raíz de su victoria, recibe 50 mil pesos, ya que habían ofrecido una retribución económica por a quienes obtuvieran cualquiera de las tres medallas.

Además de esta retribución, se le efectúa un aumento a su asignación como atleta de alto rendimiento (PARNI) de mil pesos, pasando a devengar tres mil pesos.

Es en ese momento que Onésimo Rufino Gómez, secretario general de la Federación Nacional de Lucha Olímpica, le indica que el aumento debe ser repartido entre sus compañeras, dado que se trató de una “chepa” su victoria en los Juegos Panamericanos.

“Le digo que está equivocado, porque si me estoy esforzando cada día para obtener frutos y beneficios, es para tener logros, no para dárselos a otros”, relata.

Además de Reina, exmiembros de la Federación Nacional de Lucha Olímpica, como Ramón García y otros que pidieron anonimato, aseguran que el dinero nunca regresa a la Federación o a manos de los demás atletas.

Vivir de la miseria

De su parte, el presidente de la Federación Nacional de Lucha Olímpica, Antonio Acosta, explica que la entrega de los fondos a los atletas se realiza de forma transparente.

Acosta sostiene que al entregar el dinero a los jóvenes, cada entrenador pide que firme una hoja en que sirve como acuse de recibo.

Sin embargo, admite que los atletas de alto rendimiento hacen una contribución que procede del PARNI y que sirve para paliar las necesidades que posee la Federación, la cual recibe una mensualidad de un millón 200 mil pesos.

“Los profesores, cuando un atleta se pone en el PARNI, se le dice ‘mira, de este recurso, tienes que darle mil pesos a tus compañeros para que compre cepillo, pasta de dientes, jabón’, porque de la miseria tenemos que vivir todos”, indica.

En ese sentido, reporteros de Acento hablaron con los entrenadores de la Federación, quienes indicaron que algunos atletas que se encuentran dentro del programa colaboran, como Tomy García y Álvaro Rudesindo, quienes cobran 4 mil pesos, devuelven 3 mil cada uno para que sean repartidos entre sus compañeros.

Sin embargo, debido a su vinculación en las Fuerzas Armadas, requirieron mantener su identidad en el anonimato.

La Federación Nacional de Lucha tiene una capacidad para 90 atletas, divididos en el recinto principal ubicado dentro del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y en las villas asignadas a la organización.

Dichos atletas proceden de distintos pueblos, por los que deben ser albergados por la institución.

Según datos del Ministerio de Deportes, en noviembre del 2014, la Federación Nacional de Lucha Olímpica tenía unos 39 atletas de alto rendimiento inscritos en la nómina del PARNI.

En abril de este año, el Ministerio, junto al Comité Olímpico Dominicano y las federaciones, redujo en 317 el número de atletas inscritos en el PARNI, equivalente a una reducción de 40 por ciento en la plantilla, con la finalidad de optimizar los recursos a los demás atletas.

El incremento establecido a partir de la reforma del programa elevó el pago mensual a cuatro mil pesos a atletas de alto rendimiento y a 20 mil pesos a los ganadores de medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014.

“Me tumbaron los ánimos”

Reina cuenta que tras lo ocurrido con Onésimo Rufino Gómez, se comunicó con el entonces subsecretario de deportes y actual viceministro de la referida cartera, Soterio Ramírez para explicar lo ocurrido, acción que causó incomodidad dentro de la Federación. Es en ese momento que decide presentar su renuncia oficial y completa su salida de la lucha.

“No tengo problemas en ayudar a las compañeras. Si tengo que dar una ayuda, la doy. Yo hacía todos mis entrenamientos, no me quejaba. Entrenaba como un hombre, dos y tres veces al día. Me esforzaba muchísimo entrenando sin cesar. Le dije que no voy a estar sacrificándome para darle mis frutos a otra”.

Si bien lamenta que no pudo continuar cosechando triunfos en lo que califica como una exitosa carrera, dice no arrepentirse de haberse alejado de la Lucha Olímpica, regresando a la disciplina de atletismo tras su salida.

“Me tumbaron los ánimos. Nadie sabe el fruto y el oro que les pude haber dado. Podemos ayudar al otro, pero no así”, afirma a través del auricular del teléfono.

Se queda en silencio un instante antes de exhalar una recomendación a las autoridades de la Federación, para que su situación sirva como un ejemplo y así evitar que la lucha olímpica quede sin atletas.