LONDRES, Reino Unido.- Simona Halep se convirtió este sábado a sus 27 años en la primera rumana en ganar el título individual de Wimbledon al vencer en la final a la estadounidense Serena Williams, diez años mayor y siete veces campeona, por 6-2 y 6-2 y en tan solo 56 minutos.

Serena Williams

Serena cometió errores no forzados en exceso y trabajó los puntos que quiso, o los que pudo, en tanto que la rumana, como obrera en la colmena, fue a por todas las bolas en este Gran Slam de Londres, que mañana tendrá su final masculina entre el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.

Ambos tienen fisionomías similares por lo que Novak, de 32 años, podría aguantar tanto  y quizá un poco más que el suizo, de 37 años (como Serena).

Por segundo año consecutivo, Serena perdió en la lucha por el título. Si la temporada pasada fue la alemana Angelique Kerber, en esta lo ha sido la jugadora de Constanza, ganadora de Roland Garros en 2018, exnúmero uno del mundo, que este lunes subirá del séptimo al cuarto puesto de la lista WTA.

Simona Hale. EFE/EPA/WILL OLIVER

Curiosamente las dos jugadoras llegaban a la final sin haber ganado un título este año. Halep se convirtió en la duodécima ganadora de Wimbledon que se hace con este título en su primera final.

Serena, de 37 años, tendrá que esperar una nueva oportunidad para poder igualar los 24 títulos del Grand Slam de la australiana Margaret Court. Este sábado perdió la sexta desde que ganó el Abierto de Australia en 2017.

"Nunca", dijo con rotundidad Halep en la pista cuando se le preguntó si había jugado tan bien antes. "Ha sido mi mejor partido. Serena siempre nos ha inspirado así que, gracias por eso", comentó la nueva campeona, que confesó que antes de saltar a la pista había tenido problemas de estómago.

Wimbledon (United Kingdom), 13/07/2019.- Simona Halep

"Tenía nervios, mi estómago no estaba muy bien, pero me concentré para hacer lo mejor posible. Era el sueño de mi madre. Ella me dijo cuando yo tenía 10 años que si quería hacer algo en el mundo del tenis tenía que jugar la final de Wimbledon", añadió Simona, dirigiéndose a su madre que llorando de alegría disfrutaba de la escena.

"Al principio del torneo, dije en el vestuario que si ganaba el torneo sería miembro por vida de este club y eso ha sido una de mis motivaciones, por eso estoy feliz", añadió Simona sin poder ocultar su gran alegría.

"He cambiado mi juego un poco para ganar más partidos sobre hierba y este año he sentido que podía hacer más cosas con la bola y no podía esperar a volver al siguiente". añadió.

Advertida de que en el palco real se encontraban Kate Middleton, duquesa de Cambridge, y Megham Markle, duquesa de Sussex, Halep dijo que era todavía más honor para ella, haber ganado este título.

"Jugó como una loca", alabó Serena a la nueva campeona. "Cuando alguien lo hace tan bien, tienes que quitarte el sombrero y decir "bien hecho", añadió.

"Tengo que seguir intentándolo, seguir luchando y disfrutando del deporte. Me encanta venir aquí y jugar delante de ustedes. Siempre es divertido", dijo con la mejor de sus sonrisas y a dos meses de cumplir 38 años.

Fue uno de esos días en los que, bola que tocaba Halep, o bien tocaba las líneas o sus continuas carreras dejaban boquiabierta a Serena, incapaz de salvar su frustración, y en continua pelea con ella misma.

La estadounidense, que empezó el partido cediendo su saque, necesitó trece minutos para ganar su primer juego de la final, cuando ya Halep había puesto distancia de por medio y dominaba por 4-1.

El servicio de Halep se había mantenido inabordable y el de Serena aparecía errático y sin apenas efectividad. Serena asistía, como espectadora de lujo, al vendaval Halep al otro lado de la red.

Desde las gradas un espectador gritó "¡Wake up Serena1″ (¡despierta Serena¡) porque la menor de las Williamas parecía maniatada. Ni siquiera el aliento y los ánimos de su esposo, Alexis Ohanian, surtían efecto en el juego de Serena.

La velocidad de Halep, que hasta llegar a la final había recorrido 11,781 metros por los 7,249 metros de Serena, se puso de manifiesto en la final.