Houston (EE.UU.) (EFE/Ángel López).- Los Rockets de Houston, que hicieron valer el factor campo para conseguir la victoria 98-94 en el quinto partido de las finales de la Conferencia Oeste, llegan al sexto con la ventaja de 3-2 al mejor de siete y con la confianza que pueden acabar la serie en el sexto.
Pero el precio que tuvieron que pagar fue muy alto al ver como el base estrella, Chris Paul, se lesionó en el minuto final, al sufrir un tirón muscular en la pantorrilla derecha y del que no se espera que pueda estar recuperado para el partido del sábado, que se va a disputar en el Oracle Arena de Oakland, donde los Warriors tienen marca de 16-1 en los últimos 17 partidos de playoffs que han disputado.
El entrenador de los Rockets, Mike D’Antoni, informó que Paul fue evaluado por los doctores y confirmaron que tienen un tirón muscular, pero sin sufrir ningún tipo de rotura estructural y el descanso le ayudará a superar la lesión.
"Vamos a ver (si puede estar en el sexto partido). Los doctores no son pesimistas", señaló D’Antoni. "Van a hacer todo lo que puedan. Si juega, genial. Si no juega, tenemos a suficientes profesionales que ocupen su puesto como es el caso del escolta Eric Gordon".
Paul anotó 18 de sus 20 puntos en la segunda mitad para ayudar a Houston, además de capturar siete rebotes y repartir seis asistencias.
El base estrella de los Rockets ya estaba afectado con un dolor en el pie derecho desde el segundo partido, pero se había recuperado en los dos últimos encuentros disputados por el equipo de Houston.
Sin la inspiración encestadora del escolta James Harden, que falló los 11 tiros de campo que hizo en el quinto partido, la victoria de los Rockets tuvo doble valor al lograrla gracias a la inspiración de Gordon, y la gran defensa que jugó todo el equipo.
Problema que tendrán que superar de inmediato los Warriors si quieren ganar el sexto partido y evitar la eliminación que los dejaría sin la opción de luchar por el segundo título consecutivo de campeones de la NBA.
"Tenemos que hacer mejor las cosas en ataque y mantener la consistencia en el juego defensivo", declaró el entrenador de los Warriors, Steve Kerr. "Estoy convencido que en el próximo partido, en nuestro campo, todo será diferente".
Los Warriors admitieron que a pesar de la derrota el equipo jugó mejor que el cuarto partido que también perdieron en su campo del Oracle Arena, donde rompieron una racha de 16 triunfos consecutivos, la mejor en la historia de la NBA.
"Sabemos que jugamos el partido del año y también que primera vez que estamos por detrás en el marcador, y que la única opción que nos vale es la de la victoria", subrayó Kerr. "A pesar de la derrota, el equipo mejoró en el movimiento del balón con relación a lo que hicimos en encuentros anteriores y soy optimista de cara al futuro".
Por su parte, los jugadores de los Warriors, encabezados por el ala-pívot Draymond Green, el alero Kevin Durant, el base Stephen Curry, dijeron estar convencidos de volver de nuevo a Houston para disputar el séptimo y definitivo partido.
"Nos merecimos tanto o más la victoria que los Rockets, pero ellos encontraron la manera de anotar los puntos decisivos en los dos últimos partidos y ahí está la diferencia", destacó Curry. "Cierto, que no hemos estado antes en la actual posición de quedar eliminados, pero haremos la adaptación necesaria para volver a ganar".
Green fue más lejos, y tras admitir que su última perdida de balón llegó en el momento más "inoportuno", impidió a su equipo anotar la canasta que podría haber forzado la prórroga.
"Eso ya forma pase del pasado", señaló Green, que aportó un doble-doble de 12 puntos, 15 rebotes, cuatro asistencias y perdió seis balones. "Aseguró que volveremos a Houston para disputar el séptimo partido".
Todos ellos también recordaron que ya han estado antes en la situación de enfrentarse a un partido en el que lo único que les vale es la victoria y están preparados para el reto.
"Tenemos la experiencia de jugar bajo presión y estoy convencido que vamos a responder de manera positiva", destacó Durant. "Sabemos lo que podemos hacer en el campo y con la vuelta de Andre Iguodala nuestro juego defensivo será mejor".
Si la serie se empata mañana, sábado, el decisivo partido tendrá que jugarse el lunes en el Toyota Center de Houston, donde los Rockets tendrán la segunda oportunidad en esta serie de alcanzar las Finales de la NBA.
Algo que no logran desde la temporada de 1994-95 cuando ganaron el segundo título consecutivo con el pívot nigeriano estadounidense nigeriano Hakeem Olajuwon de gran estrella, y actualmente ya miembro del Salón de la Fama.
"Ahora no debemos pensar en las Finales sino en hacer un gran baloncesto y aprovechar al máximo la posibilidades que tengamos de poder ganar el sexto partido", destacó Harden. "Estaré listo para superar los problemas de falta de acierto que tuve en los últimos partidos".EFE