Redacción Deportes.- El base estrella Russell Westbrook regresó a Oklahoma City, donde fue recibido con todos los honores por los seguidores de su exequipo de los Thunder que también lo dejaron con una derrota humillante al perder por 113-92.
De esta manera, Westbrook, que hasta la pasada temporada había sido jugador franquicia de los Thunder y ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, aunque salvó su honor individual con 34 puntos y dio cinco asistencias, al final no pudo evitar la humillación de su nuevo equipo, que mostró la cara perdedora.
Westbrook fue MVP de la liga y dos veces campeón de puntuación para el Thunder antes de ser cambiado a los Rockets el verano pasado por el base Chris Paul, que se pudo tomar también su venganza deportiva, especialmente frente al escolta James Harden, el jugador que obligó a su salida del equipo de Houston, y selecciones del sorteo universitario.
Con la marcha de Westbrook dentro de los Thunder ya no quedó ningún jugador que comenzó en la sede de Oklahoma City, en el 2008, tras abandonar Seattle y cambiar su nombre de los SuperSonics.
Los seguidores de los Thunder recibieron a Westbrook como la estrella que se quedó después de que el alero Kevin Durant se fuera a los Warriors de Golden State, en 2016, y lo colmaron de agradecimiento antes del partido.
También hubo un vídeo homenaje, luego vítores fuertes cuando fue presentado con entusiasmo, de la misma manera que un jugador local de Thunder.
Los seguidores de los Thunder se pusieron de pie, vitoreó en voz alta e incluso cantó "M-V-P" mientras Westbrook avanzaba hacia otros jugadores de los Rockets.
Westbrook incluso corrió hacia una esquina de la cancha y exhortó a la multitud antes de anunciar a los jugadores titulares de los Rockets, tal como lo hizo cuando jugó para los Thunder.
Luego en el campo, Westbrook anotó 18 puntos en la primera mitad, pero los Thunder como equipo fueron muy superiores a los Rockets y acabaron la primera parte con parcial de 60-48 después de tener un 54 por ciento de acierto en los tiros de campo.
El equipo de Oklahoma City amplió su ventaja a lo largo de la segunda mitad. Westbrook fue subtitulado con 7:18 minutos para que concluyese el partido con todo ya decidido para los Thunder.
El ala-pívot italiano Danilo Gallinari lideró a los Thunder con un doble-doble de 23 puntos y 11 rebotes, mientras que el joven escolta canadiense Shai Gilgeous-Alexander confirmó su condición de próxima estrella del equipo al aportar 20 tantos, que lo dejaron como segundo máximo encestador del equipo.
Paul, al margen de anotar 18 puntos, también capturó seis rebotes, repartió cinco asistencias y recuperó cuatro balones.
Mientras que el pívot neozelandés Steven Adams volvió a tener protagonismo en el juego interior al conseguir 15 puntos, ocho rebotes, incluidos siete defensivos, repartió tres asistencias y recuperó un balón.
Además, el base alemán Dennis Schroder siguió en su línea de sexto jugador y aportó 16 puntos con cinco rebotes y repartió una asistencia y completó la lista de cinco jugadores de los Thunder que tuvieron números de dos dígitos.
Frente al juego balanceado de los Thunder, los Rockets dieron su peor imagen con el líder encestador de la liga, el escolta James Harden, otro exjugador de los Thunder, que no tuvo su mejor inspiración al aportar apenas 17 puntos tras anotar 5 de 17 tiros de campo, muy alejado del promedio de 38,5 tantos con el que llegó al partido.
El protagonismo de Harden lo tuvo con las zapatillas deportivas que llevo puestas y con los colores Thunder como parte de una campaña de Adidas.
Los Rockets hicieron solo 11 de 40 triples, mientras que otro exjugador de los Thunder, el escolta suizo Thabo Sefolosha, ingresó al partido en el último cuarto. La anotación los Rockets fue la más baja de la temporada.
También los Thunder vistieron uniformes especiales de la edición City de oro y gris diseñados en colaboración con el Museo y Memorial Nacional de la Ciudad de Oklahoma para conmemorar el próximo 25 aniversario del bombardeo del 19 de abril de 1995 del Edificio Federal Alfred P. Murrah en el centro de la ciudad de Oklahoma. EFE