REDACCIÓN DEPORTES.-Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, no aseguró su presencia en la próxima edición de la Liga de Campeones en el banquillo madridista, tras ser eliminado este miércoles en semifinales por el Chelsea, y se centró en pelear LaLiga Santander española afirmando que "el resto será después".

"Seguro que el Real Madrid va a pelear siempre por la Champions, no estoy en eso, solo en el final de la temporada porque faltan cuatro partidos de Liga. El resto será después", respondió en rueda de prensa en Stamford Bridge tras ser preguntado por su continuidad.

Zidane defendió la posición del brasileño Vinicius Junior como carrilero y reconoció la inferioridad de su equipo ante el Chelsea. "La posición de hoy era diferente a como juega Vini pero, jugando con tres atrás, había que jugar con dos carrileros y él lo podía hacer. Ya jugó ahí contra el Getafe, es un jugador que lo puede hacer y lo ha hecho bien", defendió.

"Lo hemos intentado, pero el Chelsea ha sido superior y hay que felicitarles. También a mis jugadores por lo que han hecho en la Champions, no ha sido fácil, pero estoy muy orgulloso de ellos. Lo han intentado pero no ha sido posible, hemos jugado ante un equipo que ha sido mejor", añadió.

Condicionado por el estado de sus jugadores, el técnico francés admitió que ha sido víctima de "un año con muchas lesiones y altibajos", lo que explicó concede más mérito a haber llegado hasta las semifinales de 'Champions'.

"Es lo que nos ha tocado, pero aun así hemos hecho cosas buenas esta Champions para quedarnos a un paso de la final. Hoy el Chelsea ha sido mejor, pero no cambia nada de lo que hicimos. Hay que descansar y pensar en los partido que nos quedan de Liga", dijo.

Como ocurrió en el partido de ida, la apuesta táctica de Zidane no varió en ningún momento, calcando la del Chelsea con tres centrales. Reconoció que no tuvo el resultado que esperaba.

"El dibujo ha sido muy claro, jugamos con tres atrás y dos carrileros como muchos partidos que hemos jugado así. No nos ha salido bien porque hemos perdido muchos duelos y nos ha faltado algo. Lo hemos intentado, pero son partidos exigentes. Hemos empezado con ocasiones, si llegamos a meter un gol podía cambiar, pero ha sido al revés. Todo el partido ha sido complicado porque han tenido ocasiones de hacer goles y lo han merecido", analizó.

Preguntado por Eden Hazard, Zidane apuntó que necesita jugar partidos para volver a tener el nivel del Chelsea. "Con continuidad, Eden tiene que jugar, recuperar su confianza. Jugando poco a poco lo hará, es su segundo partido seguido y hay que recuperarle jugando".

El técnico madridista aseguró que "no hay que buscar excusas" y desde ahora pidió a su equipo pensar en las opciones de ganar la Liga. "Nos ha faltado un poco de gasolina al final del partido", confesó. "El inicio de partido fue bueno, nos meten un gol que anímicamente te puede cambiar las cosas. Nos faltaron muchas cosas".

"Ahora quedan cuatro partidos de Liga, tenemos que descansar bien porque estamos en la pelea. Llegar hasta aquí ha sido una Champions muy buena y ahora no vamos a tirar la toalla, vamos a acabar la temporada de la mejor manera posible".

PERDIÓ EL PARTIDO VIGÉSIMO

La racha de 19 partidos sin perder del Real Madrid se desplomó en el peor momento, a las puertas de la final de la Liga de Campeones, un objetivo impensable en gran parte de la temporada y que nunca sintió cerca en Stamford Bridge el día en el que falló el plan táctico de Zinedine Zidane.

Condicionado por el estado de sus jugadores, unos fundidos tras un gran desgaste como los centrocampistas Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric, que una vez más hincaron la rodilla ante el recital físico de Kanté, otros recién recuperados de sus lesiones y alejados de su verdadera identidad como Sergio Ramos o Ferland Mendy. Sin poder contar con Fede Valverde de inicio en uno de esos partidos que van con sus virtudes.

Con esos condicionantes y el aviso de la inferioridad física de la ida en el Di Stéfano, Zidane sorprendió con su apuesta. Decidió arropar a Sergio Ramos jugando con tres centrales, dos de ellos abiertos en fase de salida, Militao a la derecha y Nacho a la izquierda. Tanto espacio entre ellos que cualquier pérdida del centro del campo fue una odisea. El sufrimiento para la zaga blanca fue continuo.

El tercer partido del Real Madrid en la presente Liga de Campeones sin gol, con el que se despidió, llegó ante una alarmante falta de recursos ofensivos. Amparado únicamente en la figura de Karim Benzema, que inventó de la nada, como en la ida, y se topó con el portero Mendy en sus dos acciones individuales con las que acarició el gol y alimentó la esperanza blanca.

La segunda eliminación de Zidane en cinco participaciones en la 'Champions' llegó con unas decisiones de riesgo. Nunca ganó a Tuchel en sus pulsos particulares y le sorprendió con el brasileño Vinicius cambiado de banda y con todo el carril derecho para él. Una demarcación nueva que le exigió orden defensivo y un sacrificio que acusó en ataque, con menos chispa de la habitual para desbordar rivales y buscando siempre su pierna buena hacia dentro.

Era el día esperado para el paso al frente de Eden Hazard, con su segunda titularidad y la oportunidad de saldar una deuda con el madridismo. Fue frenado con dureza cuando apareció y con el paso de los minutos se evidenció la diferencia física respecto a sus rivales.

El plan era minimizar al Chelsea desde largas posesiones. Para eso retrasó a Casemiro en el inicio de jugada, convertido en un central más, pero el Real Madrid sufrió ante la verticalidad del equipo 'blue'. El riesgo era cualquier perdida. Un mínimo error en el pase cogía desprotegido al equipo y le presentaba espacios a los jugadores de Tuchel para generar peligro.

En transición sufrió el Real Madrid y así llegó el primer susto, el tanto anulado a Timo Werner que fue un serio aviso. Nueve minutos después adelantaba a puerta vacía a su equipo tras una acción de Kanté que rompió líneas con facilidad. Superado Casemiro con claridad y desorden defensivo para fijar las marcas.

A remolque, un Real Madrid al que le falta gol sintió impotencia en la segunda parte. Cuando se tuvo que lanzar a por el partido nunca superó el muro defensivo del Chelsea y al adelantar metros se convirtió en vulnerable.

Los cambios no funcionaron y solo la noche brillante de Thibaut Courtois sostuvo durante 85 minutos al equipo de Zidane en el partido. Lo sacó todo hasta que ya fue imposible. Al Real Madrid le falta pegada y para volver a aspirar a ganar la 'Champions' tendrá que fichar a un socio para Benzema. Ese será el gran objetivo en el mercado: Mbappé o Haaland. EFE, Roberto Morales