Santo Domingo, República Dominicana.- Los amistosos internacionales de fútbol siempre resultan ser de provecho para las selecciones nacionales. En República Dominicana sigue masificándose el fútbol, y de a poco va creciendo la fanaticada que, como se pudo constatar ayer es también pelotera.

El encuentro comenzó con el equipo costarricense un tanto escueto y a su vez cuidadoso, con buenos relevos en la defensa para amarrar a nuestro delantero Jonathan Faña. Los dominicanos movían bien el esférico en su área, pero la presión en la mitad de la cancha obligaba a los pelotazos largos.

Costa Rica hacía valer su fortaleza y experiencia con buenos toques, triangulando y buscando una asociación que se hacía difícil. La defensa dominicana hacía su labor, cortando los pases y despejando todo el bombardeo aéreo. Sin dudas, fue un primer tiempo aceptable, con algunas aproximaciones peligrosas.

La ocasión  fue del número diez, Lustenberger, que escapándose con buen gesto técnico y velocidad centró hacia el medio y nadie llegó para cerrar.

La segunda jugada de peligro fue para Kerbi Rodríguez, recibió un pase filtrado, ganó la corrida a los defensas, pero su remate rozó el primer palo y los gritos de gol se apagaron como la puesta del sol. Esto fue de lo mejorcito del equipo dominicano prácticamente en todo el encuentro.

En el tiempo complementario las cosas cambiaron, los ticos salieron con otra actitud, y su capitán y estrella Bryan Ruiz comenzó a poner pases certeros que herían a la zaga dominicana. No pasó mucho tiempo para que cayese el primer gol, y posteriormente el segundo. Celso Borges encontró las redes en el 47’ y en el 70’, y las esperanzas de los dominicanos fueron apagándose. Lo intentaron, pero la falta de asociación, de creatividad en la media, y el excesivo uso de los pelotazos sólo dejaba claro que el fútbol lo ponían los contrarios.

El dominicano nacionalizado costarricense Víctor Núñez tuvo su participación en el encuentro, ingresando por Ruiz, enseguida se vio muy a gusto en la cancha. No se hizo esperar, y puso asistencia, pero le faltó el gol.

Los dominicanos anoche chocaron con otro tipo de selección, una con jugadores de un nivel mayor al salvadoreño o haitiano. Se midieron con jugadores de otra talla, acostumbrados a jugar un fútbol más competitivo, más duro y de tácticas más complejas. Se notó claro la ausencia de jugadas y tácticas en la selección dominicana, que a pesar de escalar lugares en el ranking FIFA, deja claro que todavía el camino que le queda por recorrer es muy largo.

Sin embargo, el apoyo de la población fue espectacular, muchas personas fueron a ver el encuentro, y el Quisqueya tenía gente en todos lados. Se vendieron muchas camisetas y gorras, pero todavía incluso los fanáticos no están educados futbolísticamente. Cosa que debemos aprender de la hinchada costarricense que fue apoyar a su selección. Los cánticos y las porras de los ticos difieren mucho en la forma en que acá apoyamos a la nuestra. Y también los camarógrafos y el director de cámaras deben educarse en cómo se trabaja este deporte.

En general, se respiró lo principal: fútbol. Los jugadores agradecieron a los fanáticos por el apoyo, y aplaudieron al finalizar el partido. El resultado final, un 0-4 que pudo ser más.

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