Los Angeles (EE.UU.) (EFE).- El nombre de Alex Cora, un nativo de Caguas, Puerto Rico, entró a formar parte de la historia de las Grandes Ligas al ser el hombre clave, que en su primera temporada como manejador de los Medias Rojas de Boston en las mayores, los guió al título de la Serie Mundial.

Después de haber tenido una carrera profesional llena de respeto, trabajo y sacrificio como pelotero durante 14 años, en los que no sólo aportó su labor en el campo, sino que aprendió a fortalecer la amistad con sus compañeros, e inclusive era el preferido de los periodistas por su facilidad para los análisis de los partidos y la comunicación, le llegó la hora decisiva de ser dirigente.

Lo consiguió con los Medias Rojas, un equipo histórico de las mayores, donde ya había jugado como pelotero y ganado una Serie Mundial, la del 2007, por lo que sabía todo de la organización.

Los directivos del equipo del equipo de Boston, encabezados por el veterano gerente general, Dave Dombrowski, desde el primer momento que entrevistaron a Cora, se dieron cuenta que era el profesional que necesitaban para dirigir a la plantilla más costosa de las Grandes Ligas.

Los Astros de Houston, con una gran clase profesional, dieron las mejores referencias sobre Cora al que tuvieron la temporada del 2017 como entrenador de la banca bajo la dirección del piloto A.J.Hinch, con quien los hizo por primera vez campeones de la Serie Mundial.

Nada más llegar a Boston, Cora se ganó de inmediato la confianza de todos los jugadores, a los que trató con seriedad, pero como un auténtico amigo y compañero, que les dio a conocer los objetivos deportivos que tenían todos ellos, unidos, como familia, y sobre todo que sería honrado al decirles lo que pensaba hacer.

Su filosofía tuvo la aceptación completa por parte de los jugadores que no sólo la asumieron sino que alabaron sin excepción su concepción de la comunicación en todo momento.

El resultado fue que la noche del domingo, en el Dodger Stadium, después de haber tenido una temporada de ensueño con 108 triunfos, la mejor marca de todos los tiempos del equipo, los Medias Rojas también ganaban la Serie Mundial, la cuarta en los últimos 15 años, y la novena de su historia.

Mientras que Cora se convertía en el primer manejador boricua que lo conseguía y el quinto manáger novato en conquistar el Clásico de Otoño tras vencer Boston a domicilio por 1-5 a los Dodgers y ganar la serie 4-1 al vencer de siete juegos.

"Es uno de hombres de béisbol más inteligentes con los que he compartido", declaró el segunda base Brock Holt. "Conoce todas las vertientes del juego. Se crió en el juego. Lo jugó por mucho tiempo y lo ha visto desde todos los ángulos".

Conocimientos que adquirió como jugador, manáger y ejecutivo en los Criollos de Caguas, gerente general de la selección puertorriqueña el Clásico Mundial, entrenador de la banca de los Astros y ahora segundo manejador latinoamericano campeón de la Serie Mundial, al unirse al venezolano Ozzie Guillén, que ganó el titulo en el 2005 con los Medias Blancas de Chicago.

"Saben, es un hombre increíble", declaró el primera base Steve Pearce, el Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie Mundial, que fue el último en llegar a los Medias Rojas el 28 de junio en un cambio con los Azulejos de Toronto. "Siempre parece hacer los movimientos correctos. Lo que él dice, nosotros lo escuchamos y lo hacemos. Todo el mundo sabía su rol porque él era un gran líder. Es algo grande jugar para él".

Además de reconocer los éxitos de la mayoría de los movimientos hechos por Cora, los jugadores de los Medias Rojas resaltaron la comunicación que siempre mantuvo con su equipo.

El mejor ejemplo lo dio en el Juego 1 de la Serie Mundial, cuando el dominicano Eduardo Núñez no inició el partido, a pesar de que abría el zurdo Clayton Kershaw por los Dodgers.

Cora optó por colocar en la tercera base al también dominicano Rafael Devers, pero le dijo claramente a Núñez que iba a necesitar de sus servicios más adelante en el partido.

Así fue, Núñez entró como emergente en la séptima entrada y sentenció el triunfo de Boston con un cuadrangular de tres carreras por encima del Monstruo Verde del Fenway Park.

"Trato de hablar y mantenerme en sintonía con ellos", explicó Cora. "Me siento con ellos. Jugué para muchos manágers diferentes y aprendí de todos. Siempre teníamos buenas conversaciones y eso es lo que trato de hacer ahora que ocupo ese puesto".

Pero además sus decisiones en el campo les demuestran a los jugadores, con hechos, que eran las acertadas y de ahí los 108 triunfos de la temporada regular, el banderín de la Liga Americana y ahora el título de la Serie Mundial.

Todos dentro del vestuario de los Medias Rojas, mientras estaban empapados de champán en plena celebración, fueron unánimes en reconocer que Cora desde el primer momento les hizo participes de la estrategia que quería aplicar en el campo les demostró la auténtica versión de lo que debe ser un manejador que tiene un método y que además sabe aplicarlo y lo que es más importante "comunicarlo".EFE