SAN FRANCISCO, Estados Unidos. (EFE).- La gran final del III Clásico tendrá como protagonistas a los eternos rivales de la pelota caribeña, los equipos de República Dominicana y Puerto Rico, y eso significa que el deporte pasatiempo nacional en ambos países ya es el gran triunfador.
"Aquí, gane quien gane, sea Puerto Rico o República Dominicana, el título se queda en el Caribe", declaró Tony Peña, el dirigente de Dominicana al concluir el partido de semifinal que su equipo ganó por 4-1 a Holanda. "Ellos (Puerto Rico) se han fajado al igual que nosotros. Respetamos a todos los rivales".
Pero la histórica rivalidad entre República Dominicana y Puerto Rico por la supremacía de la pelota caribeña tendrá su máxima expresión en el AT&T Park, de San Francisco, en el duelo por el título del Clásico Mundial.
Un nuevo campeón será coronado el martes cuando dominicanos y boricuas decidan al de la tercer edición del torneo internacional de béisbol más importante de selecciones nacionales con dos equipos de países del Caribe que viven como nadie, con un orgullo y fervor, su deporte pasatiempo nacional.
"Nos conocemos muy bien los dos equipos, ganamos dos veces anteriormente, pero también pudimos perder, Puerto Rico tiene mucho talento y además, al igual que nosotros están jugando con una motivación muy especial", admitió Peña.
"El partido será grandioso para el deporte del béisbol y para el Caribe".
La presencia de República Dominicana en la final, a la que llega invicta –nadie lo había conseguido hasta ahora en el torneo–, era algo que se esperaba, por la clase de sus peloteros de Grandes Ligas, pero no así la de Puerto Rico, que sufrió bajas importantes antes que diese comienzo el torneo.
"La realidad es que ahora estamos en la final, ambos equipos nos conocemos tanto las virtudes como los defectos y por lo tanto cualquier cosa puede suceder", declaró Edwin Rodríguez, manejador de Puerto Rico. "Tengo toda la confianza en mis jugadores y estoy seguro que del campo saldremos con la cabeza en alto".
Puerto Rico ya es el gran triunfador del torneo, como el béisbol caribeño, ya que se ha convertido en una gran sorpresa y ha vuelto a recuperar el prestigio de siempre después que su béisbol se ha sumido en un declive marcado en la última década, con menos peloteros en Grandes Ligas.
Por eso se esperaba que Puerto Rico no pasase la primera ronda al tener de rival junto a Dominicana a la poderosa Venezuela, formada con peloteros como Miguel Cabrera, ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana y de la Triple Corona.
Pero Puerto Rico, que ha encontrado en el receptor Yadier Molina, de los Cardenales de San Luis, y al jardinero Ángel Pagán, de los Gigantes de San Francisco, a dos líderes excepcionales dentro de su novena, surgió con un gran béisbol, el de siempre y triunfó.
Pagán, que el pasado otoño también saboreo de su primer título de la Serie Mundial, aseguró que llevar puesto el uniforme de tu país es algo muy especial y único.
"Son sensaciones diferentes, pero muy buenas todas, y por eso lucharemos más que nunca por el título", subrayó Pagán.
"Lo mejor que me ha pasado ha sido ganar (la Serie Mundial), ahora tenemos la responsabilidad de darle otro gran triunfo a Puerto Rico, que lo necesita para levantar al béisbol de nuestro país".
En años recientes, la República Dominicana y Venezuela han acaparado los titulares, pero Puerto Rico les adelantó con leyendas como Roberto Clemente, Orlando "Peruchín" Cepeda, Roberto Alomar y Bernie Williams, entre muchos otros.