Santo Domingo, República Dominicana.- Luís Filipe Madeira Caeiro Figo ha sido confirmado como candidato a la presidencia de la Federación Internacional de Fútbol y Asociados (FIFA). Y esto ha revuelto los mares de muchas confederaciones que pretenden votar una vez más por Joseph Blatter. El primero en pegar el grito ha sido Ángel Villar, de la RFEF de España.
Villar ha saltado rápidamente a decir que Figo necesita probar que ha gobernado o administrado algún órgano del fútbol por al menos dos años para poder lanzar su candidatura. Es normal que semejante tecnicismo sea señalado apresuradamente, puesto que Figo es una personalidad del fútbol querida y admirada por muchos. A diferencia de Blatter que nunca fue jugador de fútbol profesional y cuya reputación decae cada vez más con el pasar del tiempo.
Se ha dicho muchas veces que la FIFA necesita un cambio, renovación y gente joven que aporte nuevas ideas. Blatter es el “Wolf of Wallstreet” del fútbol, graduado en Negocios y Economía, y con experiencia en Relaciones Públicas. A pesar de que realizó muy buen trabajo promoviendo el deporte por todo el mundo y ayudando a los países en los cuales el fútbol no está desarrollado. Sin embargo, desde el 2007, se ha vuelto un quiste en el cargo. Blatter se dio cuenta de que la FIFA mueve inmensas cantidades de dinero mundialmente, y ser su estandarte deja demasiados beneficios. Aunque ese año (2007) se informó que nadie se había opuesto a su reelección, sólo 66 miembros de 207 le habían nominado.
Otro hecho que llama mucho la atención es que, a pesar de las reformas que se han realizado en la organización, poco ha cambiado con los años. Al contrario, los cambios que han sido recomendado por la Conferencia Intergubernamental (IGC en inglés), no se tomaron en cuenta y fueron refutados. Específicamente, cuando se le pidió a la FIFA que pusiera un límite de edad en los altos cargos de la institución. Sobre este tema recuerdo un artículo de Alexandra Wrage para Forbes en 2013 o 2014 pueden buscarlo en la página en línea de la revista. La escritora formaba parte de la Comisión Independiente de Gobernabilidad, pero renunció luego de una reunión hace unos años que resultó en una reforma estéril, y en la que se elevaron personalidades fieles a Blatter y sus acólitos. Además, la FIFA pidió al IGC que no continuará promoviendo candidatas, ya que ninguna mujer sería aceptada. ¡Vaya igualdad de género!
Las denuncias y quejas llueven en los últimos años, especialmente desde que se sentaron las bases para una nueva reelección para este año. Y van desde los actos autoritarios del Comité Ejecutivo de la FIFA, hasta la ocultación de qué se hace con todo ese dinero que no paga la organización en impuestos. Es curioso que, aunque la FIFA está subsidiada por el gobierno suizo y no paga impuestos en prácticamente ningún país, sus directores dicen que el público no tiene derecho a saber qué ocurre dentro de la institución. Es más, poniéndolo en contexto, la FIFA tenía una reserva de 1.4 mil millones de dólares libres de impuestos hace dos años, y esto supone haber aumentado luego del mundial el año pasado. Pero quien único puede reclamar transparencia e información es el gobierno suizo y, considerando que es precisamente en Suiza que existe uno de los mayores y más solicitados paraísos fiscales, es poco probable que algún cambio ocurra en este sentido.
Por lo tanto, impera que Figo, aún sin experiencia, logre -si no gana las elecciones- al menos despertar el interés del público en las elecciones de la FIFA. No sólo por el bien y la transparencia de la institución, sino también por el futuro de la misma. Porque mientras Blatter siga ahí, seguirán los bandidos que lo apoyan en las federaciones nacionales. No es pura coincidencia que Joseph Blatter esté desde 1998 en el cargo, al igual que uno que acaba de ser reelecto apoyado por asociaciones fantasmas y delegados que saben de fútbol lo que yo de astrofísica.