Phoenix (EEUU), 29 ene (EFE).- La polémica surgida en torno a los balones desinflados que se dio durante la final de la Conferencia Americana (AFC) se hizo presente en la jornada de preparación de la 49 edición del Super Bowl con la confirmación oficial de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) que se reforzará la vigilancia de los 108 oficiales que estarán disponibles para el partido.

El vicepresidente de los árbitros de la NFL, Dean Blandino, fue el encargado de informar a los periodistas que se trabajará con seriedad ese asunto.

"Habrá más seguridad debido al ambiente en el que nos encontramos para este partido", expresó Blandino durante una rueda de prensa. "No habrá lugar a que haya ningún tipo de problema ni sospecha".

Cada equipo preparará los balones, pero será Tony Medlin, el encargado de equipamiento de los Chicago Bears, el que se encargue de supervisarlos.

Los Patriots de Nueva Inglaterra y los Seahawks de Seattle, que serán los que protagonicen el duelo el próximo domingo cuando se enfrenten en el University of Phoenix Stadium, de Glendale (Arizona), prepararán 54 balones cada uno.

Blandino indicó que la gran cantidad de balones es debido a los compromisos de caridad que tiene la liga para los balones utilizados en los partidos.

Cada equipo entregará sus balones a Medlin y a la NFL, el viernes por la tarde, que los resguardará hasta tres horas antes del partido.

En ese momento el árbitro Bill Vinovich probará cada uno de ellos para asegurarse que cumplan con los requerimientos de la liga de estar entre 12,5 y 13,5 libras por pulgada.

La NFL contrató al abogado Ted Wells para investigar los 11 balones de los Patriots que se encontraron con menos aire del requerido al medio tiempo de la final de la AFC.

La liga ha indicado que tiene planeado revisar sus políticas respecto a la preparación de los balones previo a los partidos esta temporada baja.

Una posibilidad podría ser discutir el rango legal con Wilson, la empresa encargada de fabricar los balones.

El rango de 12,5 y 13,5 libras por pulgada ha estado en el reglamento de la NFL por al menos los últimos 75 años, refirió Blandino.

Mientras un fabricante de dulces en la localidad de Cononsburg (Pensilvania) se ha sumado al escarnio a costa de los Patriots, que fueron los implicados en la polémica cuando se enfrentaron a los Colts de Indianápolis, y les descubrieron que los balones tenían menos aire de lo reglamentario.

El diario Observer-Reporter, de Washington, informó que el dueño de la tienda, Bill Sarris, pidió al personal de su pastelería que creara un balón de chocolate con una enorme abolladura en un lado.

El mismo no está a la venta, pero Sarris si permitió que una foto saliese a través de la red social de "Facebook", a manera de broma.

Es llamado "balón Bradie", una variante del apellido del mariscal de campo de los Patriots, Tom Brady, a fin de evitar problemas legales.

Bajo la imagen, el fabricante escribió "Peso neto 13 lbs… ¡Ups! Es decir 11,2 lbs".

Blandino, que no quiso hacer más valoraciones sobre la investigación de los balones, también aclaró el protocolo que tendrán los árbitros en caso que la ofensiva de los Patriots intente declarar inelegible a un jugador con un número elegible.

Vinovich apuntará al jugador, moverá sus brazos de manera similar a la marcación de un pase incompleto, y después apuntará al jugador de nuevo cuando anuncie que es inelegible.

El comité de competencia de la NFL ha recibido propuestas de los equipos para ampliar la repetición instantánea, y Blandino indicó que ha cobrado fuerza la posición que la liga aproveche la tecnología emergente y pueda corregir más errores.

La "regla del proceso" que anuló una recepción clave en la fase final por el receptor de los Cowboys de Dallas, Dez Bryant, será puesta a discusión.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la NFL, Troy Vincent, señaló que él y Blandino continuarán el proceso de reestructurar el reglamento de la NFL esta temporada baja.

Vincent también señaló que la NFL sigue discutiendo la viabilidad de una liga de desarrollo o una academia para ayudar a mejorar el nivel de entrenamiento de jugadores jóvenes.

El tiempo de juego promedio de la liga disminuyó por primera vez desde el 2008, lo hizo en un minuto con 44 segundos de promedio. La revisión de las repeticiones también disminuyó en 12 segundos.

Algo que ambos directivos consideraron como muy positivo de cara a darle mayor agilidad al juego y que nos aficionados se sientan mucho mejor.