La NBA anunció este viernes que el Partido de las Estrellas de 2017 no se disputará en la ciudad de Charlotte (Carolina del Norte), tal y como estaba previsto, a raíz de una ley que exige a los transexuales en ese estado que utilicen los baños de acuerdo con el género con el que nacieron y no con el que se identifican.

(* LGBTQ significa Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Travestis y todos y todas que no estén específicamente representados en los demás grupos, que se suelen identificar con la palabra Queer.)

En un comunicado, la NBA explicó que tanto la liga como los Charlotte Hornets, la franquicia que tiene en Carolina del Norte, han intentado establecer vías de diálogo con las autoridades estatales para negociar "cambios positivos" en la legislación, pero ha sido en vano.

"En estas conversaciones nos hemos guiado por los valores de nuestra liga. Estos son, no solo la diversidad, inclusión, equidad y respeto a los demás, sino también la disposición a escuchar y tener en cuenta puntos de vista opuestos", apuntó la NBA.

Tras no lograr cambios en la controvertida norma, que fue aprobada en marzo y que también eliminó los protocolos que protegían de la discriminación a homosexuales, bisexuales y transexuales, la NBA optó por el cambio de ubicación.

"Aunque entendemos que la NBA no puede imponer las leyes en las ciudades, estados o países en los que hacemos negocio, no creemos que podamos organizar con éxito nuestro All-Star en Charlotte con la coyuntura creada tras la aprobación de la norma", apuntó la liga.

La nueva sede se conocerá en las próximas semanas, aunque ya suenan con fuerza Nueva Orleans (Luisiana) y Orlando (Florida) como posibles reemplazos para el All-Star previsto para el 17, 18 y 19 de febrero.

Pese a todo, la NBA mostró su predisposición a organizar de nuevo el All-Star en Charlotte el año 2019 (en 2018 será en Los Ángeles) si se logran cambios en la legislación estatal.

Tras conocer la noticia, el gobernador de Carolina del Norte, el republicano Pat McCrory, divulgó un comunicado en el que acusó a la NBA, a la que tildó de "élite empresarial", de "imponer sus visiones políticas ahí donde hacen negocio, evadiendo así los procesos democráticos".

"La elite del deporte y el entrenamiento, el fiscal general Roy Cooper y los medios de izquierda llevan meses tergiversando nuestras leyes y denigrando a la población de Carolina del Norte simplemente porque una mayoría cree que los niños y niñas deben usar baños, vestuarios y duchas sin la presencia de alguien del sexo opuesto", dijo McCrory

"Durante meses, las élites deportivas han menospreciado nuestras leyes y demonizado a la gente de Carolina del Norte simplemente porque creemos que los niños y niñas tienen el derecho a utilizar los baños, vestuarios y duchas sin el sexo opuesto presente", agregó McCrory.

A parte del All-Star, McCrory también ha visto como importantes artistas de la talla de Bruce Springsteen, Ringo Starr e Itzhak Perlman han anulado actuaciones en su Carolina del Norte tras la aprobación de la ley.

La NBA también recibió destacados apoyos a su decisión como el del entrenador de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, el de la multinacional Nike o el de la cadena deportiva ESPN.

Esta decisión de la NBA llega días después de que algunas de sus estrellas, LeBron James, Chris Paul, Dwyane Wade y Carmelo Anthony, pidieran soluciones para algunos problemas que sufre el país como las armas, el racismo o la violencia policial. EFE

Nueva Orleans, Chicago y Nueva York, candidatas a sustituir a Charlotte por ofensa a LGTBQ

La polémica ya está creada de nuevo dentro de la NBA con la decisión de quitarle la sede a Charlotte para la celebración del Partido de las Estrellas del 2017 por tener el estado de Carolina del Norte una ley que restringe derechos a lesbianas, gays y transexuales.

La liga había expresado ya con antelación su rechazo a la ley conocida como HB2 desde que fue promulgada de forma democrática en marzo, y la decisión anunciada el jueves se produjo casi un mes después que la legislatura del estado sureño debatió otra vez la normativa y decidió dejarla casi intacta.

La NBA admite que no tiene capacidad para decir sobre las leyes que rigen en cada estado, pero no destaca que han sido elegidas democráticamente, si se limita a decir que sus "valores" no le permiten celebrar el Partido de las Estrellas en Charlotte bajo las condiciones creadas por la HB2.

La ley de Carolina del Norte, aprobada en marzo, exige que todos los ciudadanos utilicen baños públicos del género al nacer. Eso implica que una persona que nació como hombre y que ha hecho una transición a mujer no puede usar los baños de mujeres.

Durante una sesión de debates que culminó el 1 de julio, la Asamblea General restituyó la facultad de los empleados de recurrir a la legislación del estado para radicar demandas por discriminación en el sitio de trabajo por raza, religión y otros factores.

Pero no amparó de la misma forma la identidad de género y la orientación sexual.

Una ley que se aplica sólo en el ámbito de los recintos públicos que controla el estado, como edificios del gobierno, escuelas y universidades.

La ley no afecta a las universidades privadas como la de Duke, ni a las empresas que son las que participan principalmente en cada celebración del tradicional Fin de Semana de las Etrellas, convertido en auténticas fiestas exclusivas para jugadores, patrocinadores y hombres de negocios relacionados con el deporte del baloncesto de la NBA y su mercadotecnia a través de todo el mundo.

Aunque la celebración del Fin de Semana de las Estrellas no tenga ningún tipo de valor deportivo, si genera un gran negocio para el mundo de la hostelería, servicios y todo lo relacionado con el espectáculo, la diversión y venta de productos de la NBA.

Se hablaba que la celebración en Charlotte dejaría unos ingresos económicos de 100 millones de dólares, los mayores que hubiese recibido la ciudad en toda su historia por haber organizado un evento de estas características.

El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, acusó abiertamente a la industria del deporte y el entretenimiento y a los medios de prensa en respuesta al anuncio de la NBA, que hizo el comisionado Adam Silver.

"La elite del deporte y el entrenamiento, el fiscal general Roy Cooper y los medios de izquierda llevan meses tergiversando nuestras leyes y denigrando a la población de Carolina del Norte simplemente porque una mayoría cree que los niños y niñas deben usar baños, vestuarios y duchas sin la presencia de alguien del sexo opuesto", dijo McCrory en una declaración escrita difundida por su despacho. "Quieren imponer su voluntad y pensamiento sobre un proceso democrático".

Pero la decisión de la NBA ya está tomada, con diversidad de opiniones por parte de los jugadores, que lo sienten principalmente por los aficionados de Charlotte y el legendario Michael Jordan, dueño de los Hornets, el equipo local, y ahora lo que se tiene que decidir es la nueva sede.

Aunque el comisionado Silver no quiso adelantar nada, ya se conoce de fuentes cercanas a la liga que las tres ciudades con mayores opciones a ser la sede del Partido de las Estrellas del 2017 serán las de Nueva Orleans, Chicago y Nueva York.

Al margen de las excelentes infraestructuras de logística, hotelera y de turismo que poseen las tres ciudades en cada uno de sus estados correspondientes, el de Luisiana, Ohio y Nueva York, están establecidas las leyes que recogen los derechos de lesbianas, gays y transexuales.

De acuerdo a la NBA la decisión final se conocerá dentro de algunas semanas porque apremia el darle tiempo a los nuevos organizadores a establecer todo lo necesario para montar la logística que les permita asegurar la celebración del Fin de Semana de las Estrellas 2017.EFE