París, 7 jun.- El español Rafael Nadal, número 2 del ránking mundial y 33 años de edad, se clasificó este viernes para su duodécima final de Roland Garros, tras derrotar al suizo Roger Federer, número 3 y 37 años, por 6-3, 6-4 y 6-2, en dos horas y 25 minutos.

Nadal conocerá recién el sábado si su rival será el número uno del planeta, el serbio Novak Djokovic, de 32 años, o el cuarto, el austríaco Dominic Thiem, de 25 años.

En unas difíciles condiciones climatológicas, con constantes ráfagas de viento, Nadal, que no ganaba al veterano helvético desde 2014 y acumulaba cinco derrotas consecutivas, volvió a demostrar su superioridad sobre la tierra batida de París.

El balear, que no ha perdido ninguna final en Roland Garros, tratará de levantar su duodécima Copa de los Mosqueteros frente al ganador del duelo entre el serbio Novak Djokovic, número 1 del mundo, y el austríaco Dominic Thiem, que ocupa el cuarto sitial mundial.

Operarios cubren con una lona la pista donde el tenista austriaco Dominic Thiem y el serbio Novak Djokovic disputaban una semifinal de Roland Garros, en París (Francia). EFE/Julien de Rosa

La semifinal entre Djokovic y Thiem quedó aplazada a este sábado por la lluvia cuando se registraba un empate a un set  (6-2, 3-6) y un parcial en el tercer set de 3-1 a favor de Thiem que, además, tenía que sacar.

Por el momento, los organizadores no han indicado el horario de este partido del sábado, cuando también está prevista la final femenina entre la australiana Ashleigh Barty y la checa Marketa Vondrousova.

FINAL DE MUJERES ENTRE DOS JÓVENES

La australiana Ashley Barty, de 23 años, y la checa Marketa Vondrousova, de 19 años, jugaran su primera final de un Grand Slam en Roland Garros, tras haber derrotado hoy, respectivamente, a la británica Johanna Konta y a la estadounidense Amanda Anisimova.

Barty saldrá como favorita por ránking y se asegura la semana próxima ser 3 del mundo -dos si gana el torneo-, pero la checa se ha convertido en la sensación de esta edición al alcanzar su primera final sin haber cedido un set.

La tenista checa Marketa Vondrousova celebra la victoria sobre la británica Johanna Konta. EFE/ Srdjan Suki

A sus 19 años y 11 meses, es la finalista más joven en un Grand Slam desde la danesa Caroline Wozniacki en el Abierto de Estados Unidos de 2009.

La checa se plantó en París como la tenista que más victorias había conseguido en el circuito desde el pasado Abierto de Australia, una sensación que ha confirmado que se trata de una estrella naciente.

Además, demostró personalidad a lo largo del torneo y descaro para su edad.

La británica Johanna Konta perdió ante la checa Marketa Vondrousova. EFE/ Julien De Rosa

Contra Konta, una jugadora más experimentada y de mejor ránking, no se vino abajo cuando la británica dispuso en el primer set de servicio para anotarse la manga, que hubiera sido la primera que la checa perdía en el partido.

En ese momento, encadenó cuatro juegos consecutivos para alzarse con el set.

El mismo escenario se reprodujo en la segunda manga, con servicio para ganar el parcial de Konta, pero una vez más se rehizo la checa para abocar el set al juego de desempate, en el que fue muy superior para anotarse el partido.

El buen hacer de Barty impidió que la final se disputara entre adolescentes. La australiana se convirtió en la primera de su nacionalidad en alcanzar la final de París desde 2010.

La tenista australiana Ashleigh Barty ganó a la estadounidense Amanda Anisimova. EFE/ Yoan Valat

Fue un duelo pleno de altibajos. Barty ganaba 5-0 tras doce minutos y llegó a tener, con 5-1, dos bolas de set, pero en ese momento los raquetazos de Anisimova, de 17 años, cambiaron el panorama. La joven estadounidense se anotó seis juegos consecutivos, el de desempate del set y los tres primeros de la segunda manga.

Contra las cuerdas, la australiana reaccionó, ganó seis juegos consecutivos para empatar el duelo a un set; el primero que perdía la joven estadounidense de origen ruso, que en la ronda precedente dejó fuera de la carrera a la rumana Simona Halep, defensora del título.

En el tercero la australiana mostró más serenidad y acabó imponiéndose, aunque precisó de hasta seis bolas de partido ante una valiente estadounidense, que abandonó con lágrimas en los ojos la pista Suzanne Lenglen, la segunda más grande del complejo.

Quizá se le pasen cuando el próximo lunes se dé cuenta de que será 30 del mundo a su corta edad. EFE