MELBOURNE, Australia.- La española Garbiñe Muguruza buscará esta noche confirmar ante la rusa Anastasia Pavlyuchenkova en cuartos de final la metamorfosis experimentada a lo largo del torneo, desde su inicio dudoso y aquejada de molestias físicas ante la estadounidense Shelby Rogers hasta su inmejorable versión que acabó con las favoritas Elena Svitolina (5) y Kiki Bertens (9).

Explicó su entrenadora, Conchita Martínez, que es un lujo poder ver a una jugadora con el potencial de Muguruza desplegarse por la pista con esa alegría y agresividad.

Los resultados han llegado de forma inmediata después de que la exjugadora oscense comenzara de nuevo a trabajar con la tenista a finales del pasado noviembre tras finalizar las relaciones con la checa Karolina Pliskova.

“Garbiñe está siendo igual de agresiva que cuando jugaba su mejor tenis”, apuntó Conchita con el recuerdo fijado en aquel Wimbledon de 2017 cuando trabajó codo con codo con la española para ayudarle a convertirse en la reina del All England Club.

Aunque Conchita, consciente del momento que viven en Australia tras acceder a los cuartos de final, explicó que habrá que ir “pasito a pasito” y que no le gustaría “gafar el buen momento”.

EFE/Kiki Bertens of Netherlands

Por su parte, Muguruza mantuvo también un tono precavido a pesar de bordar el tenis ante dos favoritas aspirantes al título como Svitolina y Bertens, e hizo hincapié que una de las claves ante las rachas negativas, en alusión a su discreta pasada temporada, “es saber ser paciente”.

“Al fin y al cabo hay pocas jugadoras que puedan hacer semifinales y finales todos los años en Grand Slam”, comentó Muguruza en la rueda de prensa posterior a su partido de octavos de final.

Su siguiente rival será la rusa Pavlyuchenkova, que trabaja actualmente con su exentrenador Sam Sumyc, en un duelo que tendrá lugar en el segundo turno de la mañana de este miércoles en la pista Rod Laver Arena.

“Un bagaje positivo que siempre ayuda”, según aclaró la propia Muguruza, es el que mantiene frente a la jugadora de Samara (Rusia) después de imponerse en cuatro de las cinco ocasiones en las que se vieron las caras. EFE